O Km19 en O Pino

Menú de muy baja calidad. De agradecer que, al menos, la ensalada no es de bolsa.Un no querer, la comida de muy baja calidad, cocina de soltero, básica al límite. Los postres se salvan.Música de los ochenta a bastante volumen para amenizar la comida.Mesas largas donde todos comen juntos.Menú a 13 euros.La ubicación es buena, el establecimiento está cuidado.Opción para cuando el resto de locales para comer están completos.Comida vegetariana: No hay nada específicoAdmisión de niños: Todos. No hay menú infantilAparcamiento: No hayAcceso para sillas de ruedas: ImposibleRestricciones alimentarias: No hay

Lugar muy bonito para comer si no fuera por la comida, el menú deja muchísimo que desear. Pone comida casera y es todo congelado y de calidad muy mediocre. Los espaguetis con una balsa de agua en el fondo y el bacalao con una balsa de aceite. Para rematar pides el café y tienes que levantarte tu a hacértelo en una máquina de las malas, justo lo que más te apetece después de andar 30km. No lo recomiendo para nada.

El lugar y el ambiente es muy bueno. Bancos grandes, música y ganas de compartir vivencias entre peregrinos. Pero es tan grande que el servicio es lento. La comida muy básica, sándwich, hamburguesas...

El sitio es muy amplio, con un ambiente estupendo. Estábamos haciendo el camino de Santiago y teníamos el albergue enfrente y comimos allí u menú muy bueno por 13€, incluido hasta el café. Una amabilidad extraordinaria. Volvimos a cenar y todo estupendo. No dejéis de visitarlo si pasáis por Pedrouzo. De lo mejorcito.

En primer lugar, no aceptan reservas de mesa el día de antes, pero sí es cierto que tienen mucho espacio aunque quizá demasiadas mesas para el número de personal.En segundo lugar, no aceptan pago con tarjeta, ni pago por separado. Además, aunque sea una persona sola, tiene que ponerse en una mesa solo puesto que estar en la mesa con desconocidos ya implica una misma cuenta.En tercer lugar, la comida deja un poco que desear. Hemos pedido dos menús y varios platos de carta:- Ensalada/espaguetis boloñesa de primero y de segundo bacalao a la gallega. No estaban exquisitos, los espaguetis tenían demasiada agua y el bacalao demasiados guisantes y aceite.- Lo peor ha venido con lo que hemos pedido de carta: sándwich vegetal al que por alguna razón le ponen atún (menos mal que hemos preguntado y hemos pedido que no se lo pusieran) y patatas con salsa brava que parecía más un alioli con pimentón que otra cosa. Si eres vegetariano, tendrás pocas opciones de carta.- Los postres no estaban buenos tampoco (hemos pedido tarta de queso y queso con carne membrillo) y si deseas té o café es de autoservicio de una máquina donde hay cola y además no había cucharillas pequeñas.En mi humilde opinión, creo que es mejor bajar el número de comensales y subir la calidad del servicio y del producto y, además, subir el precio si es necesario. Así se va el comensal más feliz y con la intención de volver en el futuro o de recomendarlo.Por último, el chico de azul que cobraba merece mi reconocimiento, gratitud y alabanza, ya que era un crack que lo controlaba todo y sabía que necesitaba cada persona aunque sus compañeros iban un poco lentos.Un saludo.

Sito amplio con una gran terraza. Música de fondo. Muchos camareros y atentos ..la comida rica, buenas raciones, buenos precios...lo malo que hay que pagar en efectivo o bizum.

Correcto. Sin más. Raciones suficientes en calidad y cantidad a buen precio, aunque es todo lo que se puede decir. Eso si: mucho ambiente y un gran espacio al aire libre, estilo merendero. Si hace buen tiempo es agradable. Servicio rápido. Adecuado para una parada, pero no dejará mucho para el recuerdo. Atención: no admiten tarjetas

Bonito jardín donde comer apacible, atención y comida aceptable por menú . Pedimos aparte chipirones era todo patatas.

Viva la economía sumergida. No veo otra explicación razonable a no aceptar pagos en tarjeta en 2022. La comida no está mal. El trato no demasiado bueno y el espacio bastante apretado. El espectáculo de la queimada... mejor no hablar