Bitacora Santa Cristina en Oleiros

El lugar es precioso,las vistas espectaculares con el mar enfrente pero OJO,nos querían cobrar por dos caragillos 12€,aunque reclamé aún así es caro no lo siguiente,7€ dos caragillos trae cuenta tomar un mojito son 6'50€ tanto si es con alcohol como si no pero al menos te dura más 😂😂hay para más rato

El lugar y el servicio fantásticos. Las 3 estrellas van por una camarera morena de trato borde y desagradable, que se olvidaba de atendernos y a la hora de pagar no prestó ninguna atención, cobrando mal. Una pena pero daba hasta pereza pedirle algo por las malas caras.

Volví después de 6 años fuera y dios mío, quien te a visto quién te vé, llegué y ví el local muy cambiado precioso, pero fué atendernos el primer camarero y se nos cayó el alma al suelo, el canarero que nos recibió ni saludó, solo elevó un brazo para señalar una mesa, intuimos que fue para sentarnos y así lo hicimos, pasaron 10 min. largos y apareció otro camarero con el mismo talante, hay que decir que fuimos de tarde solo habían 2 mesas ocupadas, el servicio fué nefasto , lento, torpe,, menuda decepción, con los pedazos de profesionales que tenía. No entiendo nada.

Un lugar precioso en una ubicación envidiable, dónde tomar un café, una copa o picar algo, sobrepasa cualquier espectativa. Además cuenta con un servicio no sé si muy profesional o no, pero un encanto de personas, atentas y muy amables, donde te sientes comodísimo.

Local de copas en el que también se puede comer algo. Terraza con vistas a la ría. Servicio correcto, aunque queda un poco feo que a algunos clientes no nos pongan los frutos secos de cortesía con las bebidas y a otros sí. Lo que probamos estaba rico y bien presentado. Adecuada relación calidad-precio.

Me gustó muchísimo la comida pero el servicio fue un poquito lento, ya que solo había atendiendo en la terraza una camarera.

De precio normal pero que no tengan copas de balon y pagar por servirte um gin tonic y te pongan la bebida en un vaso con un cristal mas gordo que el de una lupaEs decir que penoso

Lugar increíble para tomar un café o copa con unas vistas increíbles, rodeado de playa y mar con la ciudad de coruña en el horizonte.

Acabo de ir con mi familia por mi cumpleaños, el sitio ya lo conocíamos de antes. El local estaba vacío, solo éramos 3 mesas. El chico era muy amable pero ni nos recomendaba nada ni parecía tener interés en nada, entre plato y plato se iba para un rincón y se ponía con el móvil. Hubiera agradecido algo de picar con la bebida mientras esperábamos la comida o que cuando se le cayó la bebida a mi hijo se hubiera ofrecido a traerle otra servilleta en vez de tener que pedirsela no creo que volvamos