Manolo's Xantar en Ortigueira

Pedí una ración de tortilla de patata de 5€, por el precio pensé que era grande. Era pequeña, recalentada y llena de cáscara de huevo.A la hora de pagar se lo dije a la camarera, sinceramente pensé que nos haría al menos una rebaja, pero me contestó con humor que así había más nutrientes. Me volvió a recalcar que era una broma.Lo siento, pero si dais una nefasta tortilla de patata, no la cobres.Me parece un sitio caro y más teniendo en cuenta la calidad.

Una terraza maravillosa, el servicio fatal, solo persona para servir las mesas. Detalle: tuve q ir a pedir los cubiertos!La comida de un nivel bajísimo, con lo bien que se come en Galicia!Nunca mais!!!

Me da mucha rabia hacer este tipo de reviews porque la gente vive de sus locales, pero creo necesario escribir lo siguiente.La foto que adjunto son dos raciones. La tortilla estaba muy reseca (le faltan cuatro trozos, lo suficiente como para probarla y comprobarlo) y parecía recalentada.También le faltan dos croquetas. Debajo de ellas hay patatas paja.Cinco euros la ración de tortilla, nueve euros las croquetas. No vale la pena ni una ni otra cosa.Sin embargo, la camarera fue atentísima en todo momento, ágil y maja. El lugar es muy agradable y tienen una terraza fantástica.Aparcamiento: Parking en el puerto del pueblo, muy cerca del sitio.

Pesima atencion por parte de las camareras. All llegar pregunto si tienen mesa para comer 4 y me dicen que si, que me siente en cualquiera libre en la terraza y nos atienden. Depues de un rato largo levanto la mano y una camarera hace amago de venir, hace gesto de enfado y se da la vuelta y entra en el bar. Paciencia. Despues de un rato llamo la atencion de otra camarera que de malos modos dice que tendremos que esperar un rato. En fin, hay gente. Tras otros 10 minutos la primera camarera se acerca y pregunta si queremos comer y dice "ufff van a tener un muuuuyyy larga espera". Podian haberlo dicho cuando llegamos y no tenernos media hora sentados. Nos marchamos pasadas las 15:30 sin comer. Luego se preguntan porque cierran restaurantes que funcionaban bien.

45 minutos esperando a que alguien nos atendiera. Entras dentro a pedir y dicen que no atienden en barra, que tienes que esperar fuera y te toman nota. Mientras tanto, gente que llega mucho después que tú sí que es atendida. Repito, 45 minutos.Luego oyes que se quejan de que el resto del año no viene gente. Pero si no aprovechan ni el festival, ya me dirás.

Una atención nefasta. 40 minutos sentados esperando a que nos atendieran, allí no atendió nadie. Preguntamos en la barra si había qye pedir allí, y tampoco. Malos modales, además, al preguntar. Una señora del lugar nos dijo que se quejan después del festival de que no tienen clientes, pues normal. Contratad a más camareros para este evento y así quizá saquéis bien un servicio.

Hoy por la tarde. Casi vacío. Nos sentamos en una mesa baja justo a la entrada detras de las mesas altas de fuera pero parece que éramos invisibles. A los 10 minutos nada, entra una pareja, se sientan en las primeras mesas bajas de dentro. La camarera los atiende al momento, ofreciendoles pincho de tortilla aún antes de pedir, seguimos esperando. Mi marido se va al baño, la empleada se pone en la puerta a ver el paisaje...en fin...otros 10 minutos y nos fuimos. Parece que hay sitios en los que no se da la debida atención al cliente. No volveremos obviamente.

Con el café te ponen un par de trozos de queiques caseros (ricos y esponjosos) que uno sale ya casi comido de allí. Muy bien. Tiene terraza y está en el puerto de Ortigueira, así tienes una "actuacion" judicial esta a 5 minutos del juzgado, que tienes unas escaleras traseras que Dan precisamente al puerto y paseo.

Nos sentamos para tomar algo y comer, nos piden primero nota de la bebida y cuando le pedimos la carta para comer nos dicen que tienen muchas comandas y no puede ser. Se sienta un grupo a nuestro lado sin reserva cuando nosotros ya teníamos las bebidas servidas y casi acabadas y para ellos si hay comida y la cocina si está abierta….con este tipo de trato y de gestos ya sabemos donde no volver y no recomendarlo a nadie.