Pues bastante bochornoso.Primero se negaron a servirnos ni tan siquiera un agua antes de pedir todo lo que íbamos a tomar (imaginamos que si hubiéramos querido tomar 2 botellas de vino y nos hubiéramos dado cuenta a media comida, habría sido imposible; Ni qué decir de si quieres postre... Ya sabéis! Si vais, ir con las ideas muy claras!).Cuando logramos pedir (una botella de vino, mejillones, chipirones y chuletillas de cordero) nos traen los chipirones. Reclamamos el vino. Obviamente los chipirones, llenos de tierra y chiclosos, se enfrían entre que llega el vino (que rescataron dos camareros, lo único positivo del sitio; muy amables, educados y comprensivos. Fernando dijeron que se llamaban ambos. A destacar que aparentemente eran los más jóvenes de la plantilla, pues bravo por esa juventud que derrocha amabilidad, simpatía y profesionalidad! Todo un orgullo!).Cuando estamos esperando los mejillones... Nos llegan las chuletillas. Las cuales frenamos y reclamamos los mejillones. Llegan los mejillones crudos! Eran con salsa. Bueno... Jajjaa estaban crudos. Dejamos la mitad.Nos llegan las chuletillas encima de los mejillones. Llegan crudas. Que digo yo, para llegar crudas... Pues podían haberlas retrasado un poco. Ni las tocamos.Entre tanto pedimos que nos dejarán un taburete aunque fuera para poder apoyar los bolsos en un sitio donde no molestarán. Ni flores.El camarero que nos correspondía, nada que ver con los otros dos chiquillos más jóvenes, casi ni nos miraba a la cara, vaya... Se pueden entender muchas cosas, pero sobre todo lo más decepcionante es la actitud.Como experiencia, inaudita. Yo he trabajado en hosteleria muchos años y ha sido todo un esperpento.Queda felicitar a los Fernando's porque trabajar así y hacerlo bien, debe de ser complicado. Gracias por vuestra atención y lamentamos el trago y que no podáis explotar a tope vuestro trabajo. Os habríamos dejado propina porque fuisteis lo mejor de la velada pero la verdad, no es justo que se vayan a llevar otros lo que a nosotras nos cuesta tanto ganar, tambien de cara al público.Ahora se niegan a cobrarnos, como si eso resolviera algo. Nosotras veníamos a comer tranquilas, madre e hija y a disfrutar y eso no hay quien lo pague. Al final, después de insistir una hora, nos cobro. No nos dio la hoja de reclamaciones solicitada (hora y media esperándola). La dirección puso a uno de los Fernando's a buscar una hoja de reclamaciones. Está claro que falla la dirección con pocas miras a la hora de valorar los potenciales de sus trabajadores. Uno de los chicos más amables, en lugar de atender y satisfacer a los clientes, a buscar entre el papeleo.En fin, un desastre. Me alegro de quien lo fisfrute y haya tenido mejor experiencia. La nuestra, horrible!