Bodegon de Xulio en Santiago de Compostela

Pésimo nos gustó nada,los camareros siempre encima,dando vueltas,como esperando a que terminaras de dar el último vocado para quitarte el plato, la verdad que pedimos el menú del dia y para nosotros pésimos ,de primero un trozo de empanada y una tosta de algo y de segundo algo que no me acuerdo.

Buen trato, comimos bastante bien, la mariscada para dos personas muy rica y el pulpo de primero excelente. El precio acordé con lo que comimos. El camarero del salón con gafas muy atento y cordial. Volveremos.

Fui al bar porque me lo recomendaron unos amigos. Cuando llege, el bar era el único que aún conserva la tradicion gallega. Tan rústico y de madera, precioso. El camarero no tardo ni un minuto en ponernos mesa, ni en traernos la carta. Después de un par de minutos mirando la carta,el camarero vino a atendernos. La comido tardo sólo como 10 minutos o 15,lo cual rapidísimo no lo siguiente. La comida fue la mejor que probé de Galicia.Despues con el precio para lo grande que fueron los platos, fue bastante barato. Yo volvería a este bar, y lo recomiendo

Bastante caro en relación a la calidad del producto. Pedí una caña y me cobraron 2'50€ por lo que en realidad era un corto. El entrecot que pedí era un bistec, nada de entrecot. La comida no estaba del todo mala, pero en general hay mucho que mejorar

Mal trato y mala comida. Al sentarnos, nos dieron la carta y nosotros que vimos afuera que había menú lo pedimos pero al camarero no le gusto NADA que pidieramos el menú ya que puso muy mala cara y resopló y masculló por lo bajo. Para colmo, nos pusieron una hamburguesa en mal estado, no sé si como "castigo" por no pedir carta, pero ni una simple disculpa por eso, además de unos cocidos gallegos más malos que un yogur de ajos. Para rizar el rizo, el mismo camarero se metió en una conversación privada en un plan intimidatorio y sin tener ni idea del tema de conversación. Parece el típico sitio para engañar a turistas. NO LO RECOMIENDO A NADIE NI JAMÁS VOLVEREMOS.

Relación calidad precio de la cena de menu no estaba mal por la ubicación n pleno centro, pero nos sirvieron de mala gana y con detalles nada profesionales como copa de vino de botellas ya abiertas, o bebidas fuera d menu a precio desorbitado (una caña pequeña de 20cl a 2'30eur!!)

El servicio fue bueno, el camarero fue incrementando amabilidad a lo largo del servicio. El caracter gallego no es de sonreir desde el principio, pero ya digo que al final, muy bien.El caldo gallego, espectacular, un 10, el mejor del camino. Un lacon a feira que no pude acabar, uf, demasiado. Muy bueno. Tarta de orujo, bien. El vino, bien. Precio, para ser fuera de menú y en la calle de los turistas, bueno.Lo recomiendo

Hemos venido dos personas para comer y el recibimiento en la puerta ha sido adecuado, sin embargo, una vez sentados y en la mesa, nos han puesto la carta... al pedir la hoja con el menú del día el camarero ha resoplado por lo bajo y nos ha tirado, literalmente, la hoja con el menú encima de la mesa. Ni si quiera se ha dignado a darnos dos hojas, una para cada uno. De la comida no puedo opinar porque no hemos llegado a probarla, pero el trato pésimo.

En mi opinión esta pensado para cazar turistas, el servicio es amable pero la comida es absolutamente lamentable (conservé el ticket por si nos poníamos enfermos).Pedimos una mariscada que no estaría ni el peor de los menús de carretera, las vieras eran congeladas, el buey de mar estaba seco e insipido, (parecía no estar en el mejor de sus momentos por lo que los interiores no los comimos), no nos atrevimos a comernos las ostras y los berberechos tenían tierra ... no lo recomendaría de ninguna de las maneras desde luego fue la peor forma de terminar las vacaciones.