El Chiringuito de Ele en Santiago de Compostela

Desayúnalos antes de viajar y muy ricas las tostadas, el sándwich mixto nos sorprendió 😅, el camarero es agradable, totalmente recomendable

Hemos comprado un bocadillo para llevar y hasta ahí todo bien. Pero el camarero ha sido un maleducado dando contestaciones bordes y de malas maneras a la hora de tratar a los clientes. :( nos hemos quedado sorprendidos la verdad, nunca me habían hablado así en un establecimiento.

Está ubicado justo frente a la intermodal y la parada de bus para el aeropuerto, pues su trato hacia los viajeros es pésimo. Es el camarero más borde que he visto en mi vida, si me he quedado con la comida es porque tengo más educación que él. Me ha cobrado 0,50€ por meter tomate a un bocadillo, no me importa pagarlo, pero su respuesta cuando he preguntado ha sido desproporcionada. No mandaría allí ni a mi peor enemigo.

El camarero el más majo del mundo. Super atento, muy amable y muy limpio.Se come muy bien, la comida estaba riquísima y a muy buen precio.

Justo antes de coger el bus al aeropuerto decidimos entrar a probar el menú y fue todo un acierto. Comida deliciosa, atención perfecta y a muy buen precio. Recomendable 100%

Vinimos a desayunar y nos atendieron genial, súper rápido (éramos un montón y eso que pedimos bocadillos para llevar, buenísimos por cierto ) y se portaron de 10. Para repetir sin duda. Muchísimas gracias!!!

Un servicio rápido, un cafe delicioso, y un bocadillo que me ha devuelto a la vida, solo puedo decir: Gracias!

Lo mejor de El Chiringuito es su propietario. Ele es un gran conversador, con vocación de atención al cliente y siempre busca dar el mejor servicio. Se trata de un bar restaurante que no pretende ser más de lo que es, un lugar asequible donde parar a tomar un café o degustar un menú del día casero. Y lo que promete lo cumple, sin rodeos, transparentemente. Como su propietario, un tipo directo y sincero que sabe cuidar a sus clientes y mantenerlos a lo largo de los años.

Por 4€ tomamos un muy buen desayuno. Un buen vaso de zumo natural, al igual que el de la leche y el café que se tomó mi amiga. La tostada era de tomate recién rayado, yo me lo eché todo porque me gusta muy cargado pero a pesar de ser el desayuno que pido siempre nunca me habían puesto tanta cantidad. El camarero muy simpático, agradable y educado. Todo un acierto