Mesón El Bombero en Santiago de Compostela

Es un lugar entrañable, con el encanto del lugar y acogedor. El servicio muy amable y atento. Comimos de menú la comida típica de la tierra, estaba todo muy bueno.No os olvidéis de dejar una moneda! Eso significa que volverás algún día. Es una tradición muy Bonita.

Relación calidad-precio muy caro para lo que es.Pedimos el calamar al grill, que valía 17€ y poca cantidad. Lleva un sofrito de ajo con perejil que estaba rico, pero el calamar en si poco sabor y estaba muy duro. Traia patatas y ensalada pero poca cosa. Ponía al grill pero preguntamos y era a la plancha.Pedimos una botella de vino de la casa. Nos dieron un Ribeiro que en la zona de Castrelo de donde es originario, vale 6€. Error nuestro no preguntar por el precio, nos lo vendieron a precio de un Crego e Monaguillo, pagamos por él 16.Lo único que realmente mereció la pena fue el raxo, estaba tierno y llevaba una salsa roquefort muy Rica. De hecho las 3 estrellas que le doy fue por esto. El personal fue amable.En resumen: calamar, botella de vino y una de raxo 44€!! A nosotros nos queda visto

Un restaurante pequeño pero muy entrañable. El servicio es de 10. Preocupados siempre del bienestar de todos. La comida muy rica. El menú del día abundante. Destacaría el servicio y la calidad de toda la comida. Muy recomendable. Gracias por vuestro buen servicio

Buena relación calidad-precio raciones grandecitas.Pedimos enlazada capresse , calamar a la plancha y vieras con jamón todo muy bueno os lo recomiendo.Buena atención, el único pero que los postres no son caseros.

El sitio es entrañable conservando una estética rústica y antigua. La comida estaba buena, casera, sobre todo las zamburiñas. La única pega es que al llenar la copa de vino podían ser algo mas generosos. Lo recomiendo si paras por Santiago !!

El sitio no está mal, pero dadas las fotos y las reseñas, nos esperábamos más. Pedimos el menú de 17,50€ y yo pedí las croquetas de primero (que no parecían caseras) y merluza de segundo. Mi pareja pidió lacón y pulpo con patatas. Sus dos platos tenían exactamente los mismos fallos: demasiada sal (se notaban los granos por encima de los alimentos) y poco tiempo de cocción.Como positivo, destacar la atención de los camareros y el "postre de la abuela".Acceso para sillas de ruedas: No hay ningún acceso para sillas de ruedas y hay que subir un piso de escaleras

El sitio es muy cuco y original. El personal es muy atento y eficaz. La comida salió muy rápido. La parte que no me gustó es que el negocio está marcadamente orientado al turista y el producto no era muy bueno aunque está moderadamente bien tratado.EDITO como respuesta:-Que el mejillón sea gallego no siempre garantiza su calidad, como se ve en la foto, era pequeño y además estaba insulso.-Los pimientos no eran gallegos, se le nota bien en el grosor de la piel.- La tarta estaba quemada, no se nota en la foto porque es de chocolate, pero sí en el sabor.- Ya imagino que cualquier comensal es bienvenido pero eso no quita que esté orientado al turista y así lo hice saber, pues para eso se reseña.Saludos

Estaba todo muy bueno. El camarero muy atento y amable

Taberna gallega en el centro histórico de Santiago de Compostela. Raciones muy generosas. Buena relación calidad precio. Reservamos para 14 personas y nos reservaron un salón con ventanas a la calle principal. Teníamos la cocina justo debajo y entraba un poco olor a fritura. Por lo demás, muy bien. Roi nos recomendó y realizó un servicio de 10.