Taberna A Fuego Lento en Santiago de Compostela

Estuve con la familia esta semana tomando un buen y rico aperitivo, con buen producto y buena elaboración, estaba todo muy bueno, buen servicio y local bonito, sin duda para repatitir.

Comimos bastante bien. El dueño es atento y se acerca a las mesas a bromear e interesarse por la gente. La cocina es abierta y ves como preparan todo. Cuando nos tomaron nota pedimos cosas que luego no había y el cocinero salió a disculparse y nos ofreció una alternativa que aceptamos. Todo estaba buenísimo y pasamos una noche estupenda. Volvería sin problema.

Un sitio precioso en pleno centro de Santiago. La atención genial, y la comida también, pedimos una empanadilla de pulpo que nos recomendaron y estaba riquísima.

Recomendable 100%, el trato espectacular y la comida de lujo (carne exquisita y las croquetas)... todo muy rico, sin duda repetiremos!

SOBRE ENCONTRADO!!!Hoy jueves 1 de septiembre hemos estado en este restaurante, finalizando la comida y cuando nos íbamos a marchar, nos hemos encontrado un sobre en el suelo con una cantidad importante de dinero.Consultando con un camarero, nos dijo que pertenecía al dueño del local, por lo tanto le hicimos entrega del mismo.Desconociendo si esto realmente es así.Lo cual informamos en caso de que esto no sea cierto.

La ubicación ideal. En una de las calles más bonitas y tranquilas de Santiago. La comida bien y el precio adecuado. Pero como he leído en otras reseñas, el comportamiento del encargado es de libro de psicología. Aluciné un poco.

La verdad es que el sitio deja demasiado que desear, en atención al cliente le pondria un cero, en limpieza un menos cero. La comida no es que esté muy bueno para el precio. No lo recomiendo para nada.

Llegas a un restaurante esperando buena comida y buen trato. De lo primero no puedo decir nada malo. Lo poco que comimos estaba correcto, el resto nunca llegó.De lo segundo de podría escribir un libro. La camarera que nos atendió nos recomendó pedir toda la comida a la vez para que no tuviéramos que esperar, menos mal. Después de casi dos horas, con una climatización pésima, sólo nos había llegado el entrante y un plato. Aunque lo peor es ver como el cocinero y el encargado del bar se bajan los pantalones con los de la mesa que estaba junto a nosotros y que llegaron después, eso sí, parecían de buena clase. Llegaban sus postres y nosotros a la espera....El trato en este local es muy desigual dependiendo de las personas que atendían, si no pareces de buena clase, pasan de ti .El encargado y parte de los camareros sólo estuvieron pendientes de determinados clientes. A los anónimos, que que pagamos igual que los demás, el trato del personal de este establecimiento deja mucho que desear.No lo recomendaré en ninguno de los artículos de restaurantes de Santiago de Compostela. Y no volveremos porque aunque la comida allí servida no está mal, comida de calidad la hay en muchos sitios, sin embargo la calidad humana cuesta más encontrarla, y para mí vale más está segunda.Como dijo Confucio: Donde hay educación, no hay distinción de clases.

La atención de los camareros de 10. Simpáticos, atentos y serviciales, la comida de 4 estrellas. Recomendable 100%.