Restaurante Meson de Pincelin en Almansa

Lugar con verdadero encanto. Calidad del servicio excepcional. Calidad del producto bestial. Precio lógico a una calidad tan elevada. Si pasas por Almansa no dejes de probar este magnífico mesón

Restaurante súper recomendable, no solo por la calidad de los productos sino por la atención y la amabilidad de los camareros. Llegamos con mucha antelación y aún así nos dejaron comer. Desde el principio, los detalles en la atención al cliente, nos dejaron una tablet para consultar la carta. Te sirven pan caliente exquisito y te dan a elegir entre trigo o maíz. Acampañado de un aceite de oliva buenísimo, nos dejaron la botella en la mesa (se agradece el detalle). Nos pusieron unos torreznos con almendras con la bebida. Los camareros siempre muy atentos y servicio rápido. Comimos maravillosamente bien: croquetas de jamón deliciosas, croquetas de ternera inolvidables, una tabla de quesos manchegos riquísimos con almendras calientes, gazpachos manchegos que te vuelcan en la torta. Exquisito todo. Los postres muy bien elaborados, soufflé de melocotón y un pastel de manzana con helado de avellana casero indescriptible. En los cafés nos sirvieron un trozo de bizcocho de limón y rollito de anís todo casero espectacular. Todo genial, muy limpio y muy amables. Lo recomendamos y volveremos

Hacia más de 10 años que no había vuelto, y manteniendo la misma estética yapenas renovada, la cocina ha dado un salto cualitativo, ha perfección ado la oferta anterior, y ha incorporado nuevos platos de una excelente factura. Bodega muy notable, con especial atención a los vinos de Almansa, de los que ofrece auténticas maravillas. Y de los gazpachos, que decir, si antes los hacían muy buenos, ahora son simplemente perfectos.

Hace unos días tuvimos la oportunidad de poder disfrutar de algunos de los manjares que preparan en esta estupendo local. Excelente todo lo que comimos, pero destacó los gazpachos tanto el manchego como el marinero.Totalmente recomendable

Una maravilla. Desde su barra hasta sus salones. La comida está buenísima, gran calidad de producto. Fuimos un grupo de amigos y estuvimos en el salón. El jamón está muy bueno, y los gazpachos también. Probamos de carne y de pescado y ambos están buenísimos. La merluza también está rica. Los postres muy buenos también. El mejor la tarta de queso. Todo es exquisito pero el precio es un pelín más elevado. Fuimos cinco amigos y salimos a 53€ por persona. Algo elevado teniendo en cuenta que no pedimos mucho vino.

Chapó, un 10 absoluto.Hablar de Pincelín es hablar de una calidad rotunda, indiscutible. Cocina de producto con una magnífica elaboración (tradicional) solo hay que ver como cada fin de semana llena y llena y llena sus dos plantas.No es un restaurante económico (precio medio 60 euros) pero lo vale perfectamente ya que es un producto de primera calidad.Mis recomendaciones: almejas salsa verde (no os penséis que es la salsa verde típica, es brutal), croqueta jamón, alcachofa, calamar plancha, IMPRESCINDIBLE gazpachos de mero, y la merluza en rustidera.Felicidades a todo el equipo.

Sólo tomamos algo en la barra, pero el servicio y la cocina es de un gran nivel. Cocina tradicional actualizada. Muy buena materia prima.

Se nota la experiencia, en el servicio, en la atención, en esos platos tan ricos, una presentación excelente, seguro que repetiremos en alguna otra ocasión especial, gracias por deleitarnos con tan excelentes platos.

Legendario, merecidamente legendario.Uno no puede pasar por Almansa sin comer en Pincelín.Cocina honesta y rústica, cuidada, basada principalmente en productos y platos de la zona, con protagonismo estelar de los gazpachos, pero ojo, que aquí está todo bueno, no necesariamente hay que ceñirse a los gazpachos. Las croquetas, las rechigüelas, el lomo de orza, las chuletillas de cabrito... como digo, todo está rico.Si a eso le unes un entorno pintoresco, fresco, delicioso e impecable, y un servicio extraordinario brindado por lugareños... pues eso: un must. Ineludible.