La Llar De Santos en Altea

Un auténtico abuso. Nos sugirieron unos higos con jamón (sin decirnos lo que costaba) y eran tres higos cortados por la mitad con un poquito de jamón encima... y nos cobraron 23 euros por el platito (por mucho que el jamón fuera ibérico, era absolutamente simbólico lo que ponían). Pedimos un mero a la plancha que costaba 26 euros y nos sacaron una rodaja enana sin ningún acompañamiento ni aderezo. No me extraña que estando al lado de la plaza de Altea principal no tuviera practicamente a nadie cenando. Una auténtica vergüenza.

Paseábamos por allí y nos paramos a hacer una copa de vino. Nos guiamos por la recomendación de la camarera y fue una gran decepción, el vino no valía nada. Pero eso no fue lo peor, nuestra gran sorpresa fue en el momento de pedir la cuenta. Nos cobraron 5€ por copa, abusivo. Los restaurantes y bares por esa zona tienen una oferta muchísimo mejor.

Todo lo que tiene que tener un buen restaurante aqui lo hemos encontrado. Tanto Santos como su hija Andrea nos atendieron fenomenal y la calidad de los productos inmejorable, volveremos pronto, gracias !!

Agradecer a Santos y a su hija Andrea una velada perfecta. Si bien es cierto que los precios son algo altos para lo que hay en la zona, la calidad de las materias primas lo vale y el lujo de comer productos de huerta eco. El calamar a la plancha:desnudo y espectacular, muy sabroso y punto de cocción perfecta. El tomate con ventresca estuvo muy rico, con una pieza grande y atípica de la ventresca y un tomate que no necesita casi nada porque sabe SABE. Me encantó su concepto de cocina, su vino y su aceite. Y sobre todo nos encantó el trato y la conversación. Mejorable el pan por dar un apunte de mejora. Espero volver pronto !!!

ROMANTICISMO EN CASCO ANTIGUO DE ALTEA.Excelente terraza para disfrutar de una cena romántica. Recomendaciones de todos sus productos de mercado.

Simplemente INACEPTABLE! El precio me parece completamente desorbitado para lo que se sirve. No hay ningún problema en el concepto de comida del lugar, pero si vendes un producto desnudo ha de estar bien hecho. La sepia por 22€ salió con más sabor a quemado que a sepia, la guarnición nos las saco sin previo aviso de que eran 8€. Y el pez emperador por otros 22€ era una tapita. El lugar es muy agradable y el servicio también. Pero la botella del vino de la casa sale a 18€. El resumen, tras 100€ nos fuimos con hambre.

Fuimos a cenar por una recomendación y salimos realmente DECEPCIONADOS.El producto de carne y pescado es de muy buena calidad, y las verduras son de su propia huerta, lo que le da personalidad.Sin embargo, la carta empieza con unos precios sin IVA, aunque ya lo especifica abajo.Te comentan que todos sus platos van sin aderezos ni salsas, pues el producto no necesita más.No obstante, habiendo comido en muchísimos restaurantes con calidad de producto igual o superior, me parece de ser muy engreido el pensar que tu plato es mejor por ir "desnudó" (sin acompañamiento) por la calidad del producto.Es cierto que un buen producto no necesita de salsas ni aderezos, pero existen acompañamientos que no rompen la calidad del plato incluso intensifican esos sabores.Si piensas cobrar 30 euros por un trozo de atún a la plancha, qué mínimo que este sea acompañado de alguna verdura.Son "detalles" que no restan a tu idea pero también hacen que realmente llenes la tripa.Nos ofrecieron un acompañamiento, pimientos de padrón. Eso sí, por el módico precio de casi 10 euros.De primero pedimos higos con cabrales, que consistía exactamente en 3 higos cortados por la mitad con "cabrales" (el cabrales más flojo que he probado en mi vida) untado por encima com desgana.El solomillo muy bueno pero en fin, sobran las palabras.La presentación de los platos, se la dejo en fotos. No tengo más que añadir.Agua y una copa de vino.Resultado casi 90 euros para dos personas. Sin postre, porque para qué, y con hambre.No volveremos.

Toda la comida es de excelente calidad, al igual que el servicio que prestan los camareros y quien suponemos es la dueña del restaurante, trato inmejorable. Sin embargo, que los platos vayan sin acompañamiento, dichos acompañamientos los ofrezcan por separado y a tan alto precio... Resta calidad al restaurante, el precio final del ticket sube mucho con esos pequeños complementos, al igual que con el vino, el pan, y el agua. No volveríamos.

¡¡Nos sorprendió muy positivamente!! Reservamos de casualidad, paseando por el pueblecito de altea nos encontramos con este precioso restaurante, nos encantó cada detalle de las mesas y el ambiente romántico e íntimo que han creado, junto a las espectaculares vistas y decidimos probar. Sin duda una esperiencia muy agradable con las que concluir nuestra estancia.Los platos perfectos, una cocina sencilla llena de sabor y muy cuidadaMuchas gracias por su amabilidad a la dueña, nos cautivo con su filosofía de vida y forma de amar la comida.Sin duda repetiremos Totalmente recomendable