El Cordero en Finestrat

Reservamos día anterior especificamos que la mesa la queríamos en terraza debido a una enfermedad personal, fuimos muy puntuales y nos encontramos con la mesa ocupada, el camarero de la terraza se disculpó, pero el chico que vestía de ropa de calle y atendía las mesas interiores hizo un comentario poco afortunado y cobarde por no decirlo a nosotros en la cara, cuando pagamos y dijimos de llevarnos el resto de paella sobrante no la pudieron cómo a los perros o gatos en papel Albal .sobran comentarios. La comida muy buena

Fuimos un sábado a comer y pedimos ensalada y arroz de verduras. La ensalada muy variada y abundante.El arroz de verduras estaba muy rico, pedimos para dos y perfectamente comen cuatro.Buen sitio, tranquilo y el camarero un chico andaluz muy amable.

Comida para 5 personas; tiempo entre entrantes y paella excesivo, más de 1 hora esperando. Además de esto, uno de los camareros tuvo un comportamiento altivo y falto de decoro con nosotros, sin ni siquiera habernos quejado por la espera. El lugar es muy agradable y fresco, pero la gestión debe mejorar

Me gusto mucho este lugar para almorzar. No sólo por el buen trato y lo bien que comí. Para mi es muy importante que el lugar sea acogedor y éste sin duda lo fué. El precio correcto y la calidad muy buena. Lo recomiendo.

Buen lugar para tomar una buena paella y lo que te sirven tienes para comer otro dia te ponen una gran ensalada y depende del día te ponen una fuente de boquerones o chopitos pan con tumaca y Ali Oli con aceitunas queso manchego o paté casero cuando viene la gran paella te tienes que llevar más de la mitad

La comida ha sido de calidad y cantidades abundantes. Buena relación calidad-precio.No obstante, el servicio ha dejado mucho que desear. Había un camarero para todos los comensales, el cual se ha comportado de manera muy desagradable, se dirigía a nosotros con desdén y reprochaba por todo sin cesar. Todo ello añadido a una larga y agónica espera entre plato y plato. El servicio ha sido un desorden y caos en sí mismo. Tal es el punto que hemos estado esperando que trajeran los platos principales más de 1 hora y cuando han llegado estaban fríos, lo cual refleja la nula organización en el servicio.En definitiva, es una pena que un restaurante que sirve buena comida tenga tratando con los clientes a una persona que no respeta a los comensales y los trata de malas formas, además de que no exista organización en el servicio.

Fuimos a comer un día entre semana. Comimos en la terraza junto a la piscina, se estaba muy fresquito, teníamos unas bonitas vistas y se estaba tranquilo. El personal muy amable. Comimos de menú, como plato principal elegimos un arroz a banda. Tanto el arroz como los entrantes estaban muy ricos y las raciones eran generosas.

Un restaurante en un marco incomparable para degustar un buen arroz u otro tipo de comida. Atencion y servicio un diez. Comida, habitaciones y piscina para un buen momento de relax.

La verdad una pena porque hemos ido otras veces y muy bien pero esta vez ha sido un desastre. Tenían solo dos camareros para veinte mesas. Íbamos con reserva y han tardado una hora en traernos una ensalada lo cual es inaceptable, pero es que nuestra reserva era a las 14:30 y a las 17:00 no nos habían traído el arroz por lo que nos hemos tenido que ir sin haber comido. Lo único positivo de esta experiencia es la camarera pelirroja que es encantadora, muy trabajadora y vale un montón. No creo que volvamos.