100 Montaditos - Portal de la Marina en Ondara

Soliamos comer todos los sabados a pesar de que aunque la mayoria de trabajadores son amables y serviciales, una es maleducada y con pocas o ninguna gana de trabajar (lo he comprobado yo misma y lo he visto con otros clientes).El caso es que la mayoria de las veces fallaba algo en el servicio pero lo tolerabamos ya que por el sitio y el precio no podiamos pedir mas. Lo que no que no podiamos tolerar es la falta de educacion y respeto.Una de las veces, la tercera semana consecutiva que se daba la misma situacion de mal servicio , una de las camareras me dijo de malas maneras que me quejaba por todo y me hablo en tono y trato que no se debe dar a un cliente a lo que l dije que no me quejaria mas ya que no iria mas.Al pedir la hoja de reclamaciones por el trato, su respuesta fue que una persona que iba todas las semanas no era cliente y se nego a entregarme la hoja de reclamaciones .

He comido en muchos 100 montaditos… pero este ha sido el peor que he comido!!!! Hemos pedido 8 tapas y dos entradas ( ensalada y nachos) La comida fria pero casi congelado…. El sabor era insoportable…. No entiendo como aun hay personas que van a comer alli… sin palabras…

Personal pésimo! Muy antipatica la encargada ,venimos todos los domingo y nunca tienen alitas, y su manera de contestar muy cortante y si pedimos más cosas pone muy malas caras.Fatal en ese sentido

Se nota mucho el recorte tanto en las patatas con bacon y chedar que ponen poquísima salsa y bajaron tamb en la cantidad de patatas como en los bocadillos que se ven asta ridículos , prácticamente comes solo pan

Sinceramente me gusta mucho ir a comer allí pero siempre tienen mucho trabajo, mucha gente pidiendo y poca gente trabajando, una de las últimas veces nos fuimos sin comer porque cerraron la cocina (y eso que no cierra por la tarde) no tenían más producto que vender, un domingo para mi decepcionante, en pleno agosto sabiendo el volumen de trabajo que hay y solo habían 2 chicas que las pobres no daban abasto. Para mí deja mucho que desear cuando una empresa deja que pasen estas cosas....

Flojo pero barato. Muy barato pero este sitio ha ido a menos al mantener precios. Muy amables y muy buena organización. Se está tranquilo y bien en la parte de afuera.

No vayáis en momentos de mucha gente. El personal de cocina está saturado e interpela a los clientes sin mediar palabra, que por mirar las estresas (después de 30 minutos de espera permanezco 4 minutos cerca porque gente que pidió después ya había terminado) y te echan de malas maneras, sin estar indicado por ningún lado la no permanencia de donde me ubicaba ni haber hablado ni molestado a nadie. Este tipo de cocina abierto con cristal está diseñado para que podamos ver al personal trabajar, pero cuando uno no gestiona bien su trabajo no quiere a nadie mirando.El personal de las comandas amable por el contrario; hay quien sabe gestionar la presión mejor que otros.

Hola, llevo frecuentando este sitio hace años ya que veraneo cerca del portal de la marina, siempre me han atendido estupendamente después de hacer unas compras, era perfecto para tomar un refrigerio pero la experiencia de hoy ha sido desastrosa.Después de estar esperando para unos montados cincuenta minutos de reloj vas a ver qué pasa y te encuentras con un personal mal educado que se encara con el cliente, aunque estoy convencida de que la mala atención es por culpa del poco personal.Nunca hay que perder la compostura, al final he tenido que pedir la devolución del dinero puesto que los montaditos no fueron consumidos.Una pena pero no os lo recomiendo para nada, el cliente siempre tiene la razón entre comillas y aunque no sea así hay que saber trabajar cara al público, se de lo que hablo, no es hablar por hablar. Incluso ayude a recoger la mesa al chico que las limpiaba porque no daba a basto.En fin y encima te montan un pollo impresionante simplemente por reclamar, ¡que pena!

FRUSTRACIÓN E INDIGNACIÓN POR NEGARNOS EL SERVICIO. Si no fuera por la obligación de Google de ponerle una estrella, no le pondría ninguna. Acudí hace unos días y me senté con mi acompañante a las 15:30. Nos tomamos unos minutos hasta que nos decidimos por lo que íbamos a pedir, por lo que se nos hicieron las 15:45. Había algo de cola, así que llegué hasta el camarero en la barra a las 15:50. En ese momento me exclama, con mirada desafiante y tono despótico, que no va a atender a nadie más porque "la cocina está cerrada". Pero, ¿en qué momento se ha cerrado la cocina si no deja de haber cola y yo estoy en ella? Y, ¿en base a qué se me señala con el dedo y se decide que la cola se acaba en mí y no en la persona de delante de mí? Un minuto más tarde lo intenta mi acompañante y le comunica que "no va a atender a nadie más para que la gente no se le queje". ¿No decía que estaba la cocina cerrada? Resulta indignante, frustrante y casi insultante que le tomen el pelo de esta manera al cliente y le nieguen el servicio cuando el local está prácticamente repleto.