Cafe La Acordanza en Oviedo

Un gran descubrimiento que fusiona comida asturiana y mexicana. Atención impecable, la decoración es muy bonita y recuerda a las antiguas casas de indianos. Recomendación total los tacos de secreto ibérico con crema de cacahuete. Volveremos sin duda!

Puede que sea el sitio más bonito en el que haya cenado nunca. Absolutamente todos los platos que comimos fueron espectaculares. Una mezcla de sabores tan deliciosos como sorprendentes. El camarero que nos atendió muy simpático. Nos aconsejó tanto sobre la comida como sobre el vino , con mucho detalle y gran amabilidad. Ambiente tranquilo y muy agradable. Perfecto para una cena romántica.

El lugar es maravilloso. Una decoración preciosa y cuidada al detalle. Todo muy limpio. Las butacas de las mesas, comodísimas. Camareros profesionales y atentos. Y la comida...un espectáculo. Todo lo que probamos estaba delicioso. Te ponen un entrante por cortesía de la casa ( crema de puerros y algas en este caso). Los tacos de cabrito, riquísimos. El bacalao al punto de Raquel, jugoso, muy rico y llena mucho. Y la tarta de chocolate y aguacate, una combinación deliciosa. Volveré seguro

Un local muy bonito la atención es buena pero el servicio es pésimo . La comida plana y sosa y todo llegó frío . 1 hora y media para comer dos entrantes . Entre tanto dos raciones de pan para hacer tiempo y dos botellas de vino . Cuando llegó el plato principal habían pasado dos eternas horas . Es una vergüenza y no vamos a volver , no habra una segunda oportunidad .la comida insípida , insulsa ,cocochas duras sin sabor . Mucha apariencia y luego es la peor experiencia en años.Los tacos de langostinos fríos , blandos y húmedos . La lubina seca muy muy hecha . Insulsa . Cuando de un local solo se puede destacar la decoración ya lo dice todo. La cuenta final 215€ . Se lo comentamos al personal el cual se disculpó cuando comimos dos entrantes , pero de nuevo para los principales e incluso el postre que es algo que ya está hecho con antelación tardaron una eternidad . Eso si la cuenta en la mesa estaba puesta nada más pedirla .

En Oviedo, con los ecos aún de La Corrada del Obispo, un nuevo espacio para comer y beber. Menú del día por semana de 18€, correcto y con cierto detalle, aunque le falte resolución final: mi arroz negro me resultó duro, muy poco hecho y tuve que dejarlo. Un primero y un segundo a elegir entre dos opciones y un postre. El ambiente muy agradable, cuidado.

Precioso, una atención inmejorable y la comida riquísima. Comimos menú. El único pero que estaba un poco fría, puede ser que se enfriase mientras decoraban los platos. Pero tendrían que tenerlo en cuenta. De todas formas para repetir pero la próxima vez de carta o el brunch

Me he enamorado de este sitio. Vamos a Asturias todos los meses y nunca habíamos ido a este restaurante. Le he conocido gracias a una buena amiga que sabe que me gustan los sitio muy románticos, con muchos detalles y muy buena decoración. Este sin duda es uno de ellos.Desde que entras por la puerta, pasas a una atmósfera de lujo, y buen saber tratar, porque la atención es inmejorable, personal atento y pendiente de cada detalle, cada poco acercándose a la.mesa para ver si necesitábamos algo.La comida de 10, una mezcla de sabores muy agradables al paladar. Pedimos unos cuantos platos para compartir y todo estaba riquísimo, salvo la causa limeña que estaba deliciosa pero no tenía nada que ver con la auténtica causa limeña.Los baños impolutos y con una decoración que te deja con la boca abierta. Vamos, que he quedado embobada.Desde luego volveré en cada visita a Oviedo.

El sitio tiene mucho encanto y está muy bien puesto, aunque la calefacción no debe de funcionar demasiado bien porque pasamos frío. Hacen descorche a 9€ (aunque previamente nos dijeron que costaba 8€), que es una muy buena opción para llevar un vino de casa que sabes que te gusta. Acabamos pagando 32€/persona, si bien con vino probablemente te vas a 40. La comida en general bien, destacando la masa de los buñuelos de cochinita pibil y el taco de chorizo. Lo demás, con luces y sombras. La salsa del pixin vino fría, el taco de langostino no sabe a langostino (en general tiene poco sabor) y la tarta de queso no sabe a queso.Para terminar, se equivocaron en la cuenta e intentaron cobrar dos copas de moscatel a 38€. Un error es comprensible, pero es la segunda vez que le pasaba (de dos visitas) a uno de los comensales, que en su anterior visita también vio como hubo un error en la cuenta de casi cien euros. Hay que vigilar bien esto.

El sitio es espectacular, decorado con un mimo que salta a la vista nada más entrar. Una comida sencillamente deliciosa. Pedimos dos tacos de langostinos de entrantes y dos platos de arroz con calamares en su tinta con alioli, y una tarta de queso. No podemos elegir un favorito porque todo estaba buenísimo. Los tacos con langostinos crujientes en su punto de picante y una mezcla de sabores deliciosa; del arroz destacamos el sabor así como lo tierno de los calamares, y de la tarta de queso, a pesar de que su aspecto puede llevar a pensar que podría estar seca, el primer bocado nos demostró todo lo contrario: esponjosa, cremosa y con la capa de galleta en su punto. Es cierto que no es barato, pero, sin duda, repetiremos.