Bar Rio en Ribadesella

Fuimos a desayunar, nos atendió el dueño del local que no tenia ninguna gana de atender a nadie. Le pedimos un Té de frutos rojos y nos dijo riéndose “no tenemos tés de colores”.A primera hora de la mañana se oían discusiones con la cocina.No lo recomiendo.

Comida muy rica y muy bien de precio respecto a la cantidad que venía.Vengo de Madrid y en comparación de verdad que comida fantástica y un precio inmejorable.El personal estuvo pendiente de nosotros y nos aconsejó otro sitio del que nos habíamos sentado por si llovía y efectivamente. Ninguna pega ☺️

La comida estaba buena, aunque si es verdad que el chorizo y la salsa de pimienta picaban bastante.La comida como he dicho normalita, pero lo que destaca de este sitio es el trato, para mal.De todos los camareros solamente una mujer fue amable, los demás te miraban con asco, me acerqué a la barra a pedir unos sobres de ketchup y el camarero solo me miró con asco y casi me lanza los sobres, como si solo estuviese molestando.

Atención buena pero no muy profesional, comida buena y acorde al precio, solo había menú del día con pocas opciones pero en general estaba bueno.

Se come bien y abundanteDomingo 17€ el menú el bar se encuentra a dos minutos de la playa

Los cachopos crudos, los chipirones sin limpiar y los calamares eran potas.El dueño es un impresentable, sin venir a cuento dijo: “no teníamos que haber cogido vuestra mesa, por vuestra culpa todo ha ido mal”. Además, durante todo el servicio se escuchaban discusiones desde la cocina. Cero profesionalidad por parte del dueño.Yo no volveré a este local.

Un auténtico desastre, el camarero salía todo el rato a fumar y escuchaba las conversaciones de los demás, entramos al lavabo y la señora se puso muy borde y molesta por que lo hiciésemos. No nos pusieron tapa con la consumición y como nos veían con maletas de que no éramos de ahí, nos miraban mal constantemente. Una experiencia horrible, no volvería a repetir jamás.

Fuimos a desayunar temprano y fue un auténtico desastre. Nos atendió una camarera que parecía que le molestaba atender y sin dar ni los buenos días. Los platos y cubiertos del desayuno sucios, el croissant a la plancha con restos de langostinos que imagino por falta de limpieza de la plancha. No lo recomiendo para nada.De los peores sitos que hemos estado.

Es una lotería, no entiendo a quienes puntúan alto. Pedí consecutivamente tres raciones de su carta dado que no tenían "menú", no disponían de ninguna de las tres. La cocinera bramaba desde la cocina maldiciendo no sé con qué motivo. !Pobre Pepe! Deplorable, salí sin comer después de esperar pacientemente largo rato. Abstenerse salvo nervios de acero y gustar de espectáculos agresivos