Cal Pinxo en Barcelona

Recomiendo sin lugar a dudas este restaurante. La chica de la entrada, te resuelve cualquier duda y sin insistirte en sentarte o incomodarte a preguntas con el fin de que te quedes con ellos como en otros lugares si me ha pasado. En cuanto dijimos que si, nos dio una de las mesas frente al mar sin pensarlo, y eso nos gustó mucho. En cuanto a los camareros, decir que son un amor, porque estaban pendientes, siempre con educación y respeto, a si nos faltaba algo. La comida estaba exquisita y el precio es razonable por la calidad y sitio. Sin lugar a dudas, repetiré

Como viene siendo algo común en Barcelona, el servicio estropea cualquier experiencia que uno quiera tener.Entiendo que no amen la profesión, pero hemos estado más de 40 min sin ser atendidos por cambio de turno,y cuando se ha comentado lo sucedido la camarera ha saltado de forma reactiva a atacar con muy malos modales.Ser parte de la hostelería es una forma de servir con honor al "Invitad@" que llega, no a que se vayan lo antes posible porque me quiero ir a casa.Á....

Ayer fui a comer con una amiga extranjera, comimos paella y postre, algo nos sentó mal, creo los mariscos no eran muy frescos. Nos cobraron demás y me di cuenta al llegar a casa! 4 porciones de PAN que no pedimos! Había 2 responsables de sala y 4 camareras...nadie puede revisar la cuenta de una mesa para 2?

Atención inmejorable, restaurante emblemático en Palau del Mar. Hemos comido, cómo siempre, calidades excelentes y un arroz de bogavante espectacular de sabor. Muy recomendable. Gracias Mónica por todo.

Le doy una estrella por la ubicación, frente al mar. Pero la comida es normaliza y el precio no es acorde. El menú de 20 euros no permite cambiar postre por café. No lo avisan y has de pagar el menú completo. Si pides el postre para llevar te ponen una porción ridícula. Tardaron mucho en atendernos. Éramos un grupo grande de Barcelona, ya no volveremos. Deberían cuidar al cliente local.

Bastante caro y la comida no estaba rica, pedimos unos crujientes de pollo y era puro crust y poco pollo. La mesera nos atendió con muy mala actitud y lo peor es que pedimos un vaso de agua y nos dijo que no podían dar agua, que solo nos podía vender agua embotellada. Pedimos cocas zero y nos trajeron de las chiquititas de vidrio.Pésimo lugar.

Menú de 20€. Pido un café en vez de un postre y me cobran 3€ más. Cuando voy a pagar me justifican que el postre está incluido pero el café no (pudieron avisar antes). Enhorabuena por ganar 3€ a cambio de perder un cliente y vuestra reputación.

3 estrellas en base a su ubicación frente al Port Vell, aunque las vistas tampoco sean espectaculares. Lo que comimos estaba bueno, pero las raciones podrían haber sido algo menos escasas y por ello el precio no es del todo acorde. Menú cerrado de 60€ consistente en 2 copas de bienvenida, un rectángulo de pan con tomate y jamón 5J, 3 almejas en salsa, 3 trocititos de rodaballo rebozado, 1 buñuelo de bacalao, lubina a la donostiarra (tirando a pequeña), brownie de chocolate, pan y café. Para beber agua y 3 copas de vino blanco. Si hubiese habido algo más de cantidad le hubiese dado 5 estrellas.

Cuando solo importa el lugar....el resto deja que desear. Precios habituales (nada baratos) en este tipo de restaurantes, calidad aceptable del pescado, nada del otro mundo, pero cantidad? .... cantidad? Escasa francamente, parrillada de pescado en pequeñas dosis, así, te quedas con hambre. Un trozo de rape, otro de merluza, 2 gambitas, 2 escamarlans, 2 navajas, 4 musclos, y trocitos de calarmacitos....40 euros. Lo dicho insuficiente. Pides postre para saciar apetito, y sus dosis minúsculas, al menos el brownie de chocolate, me puse las gafas de cerca, seguí sin verlo. En fin, solo pagas la terraza, una lástima....