Restaurant L'Ànfora en Cornellà de Llobregat

Lugar muy bonito, parador nacional, habitaciones rústicas, acondicionadas a la arquitectúra medieval, quizas maderas exteriores necesitarían una restauración.

Buena relación calidad/precio en el menú. Variedad de platos y bastante bien preparados. El local es acogedor aunque las mesas están demasiado juntas unas con otras y puede llegar a ser un poco incómodo.Tienen un pianista y un cantante en directo. Estaría bien si no fuese porque la acústica del local es pésima y entre la cantidad de gente que hay, que se ve obligada a hablar muy alto por el ruido y la música, al final resulta pesado escucharles. Es difícil mantener una tranquila conversación mientras comes.

Un lugar sencillo no especialmente destacable. Su gran virtud es que tiene espacios grandes e independientes, perfectos para celebraciones. La comida está buena pero que nadie espere milagros. El precio es ajustado en los menús de fines de semana.

Restaurante familiar con un local grande. Menú 12.95. Lo mejor los postres. El bacalao estaba crudo e insípido, el gazpacho estaba bueno. Aparcamiento en la calle y poco. Los lavabos necesitan una reforma.

Entras a un sitio que se supone tranquilo armónico, y te encuentras de primeras con un personal súper escandaloso que no dejan escuchar el piano y se oyen más que los propios comensales. La comida no valía absolutamente nada! Pedi paella mixta de primero sin sabor ninguno, y de Segundo un secreto a la pimienta bien chamuscado que sabía a quemado cada bocado... Luego hicimos un par de sugerencias ya que era un grupo de personas mayores y les gusta valorar las cosas a lo que el camarero contesto estúpidamente. Un lugar en el que solo merece la pena el local, no merece la pena repetir! Espero que les sirva! Suerte!

Restaurante ,con un menú sorprendente un precio realmente competitivo con una calidad realmente apreciable ,y como valor añadido tienen un pianista que ameniza toda la velada con unos temas melódicos,

Quienes dicen que este restaurante tiene buena relación calidad precio, entiendo que en realidad quieren decir que es barato. Pero yo lo considero muy caro precisamente por su pésima relación calidad precio. La comida no es buena. El negocio tiene ínfulas de algo que no es, incluso con un piano de cola con su pianista "amenizando" la velada. Lavabos sucios y sin mantenimiento alguno, salas privadas que a la vez sirven de almacén de sillas y otras porquerías, camareros que gritan los platos como si estuvieran ofertando bragas en el mercadillo... En fin, lugar a evitar.

Rest. escojido por un familiar para celebrar el fín de año. El entrante y la comida fatal, mala presentación, pésimo producto y el servicio regular. Lo peor fuė al final, no estaba incluido ni siquiera el café, tampoco las bebidas, total un completo desastre. No volveré.

Aunque la comida no está mal (eso sí, mejorable), lo de los lavabos no tiene nombre. Lo del piano mientras comes una chorrada.. ¡¡menos piano y más cuidado para el ano!!