Bages 964 en Manresa

Fue una experiencia inolvidable, un sitio rodeado de naturaleza, hay muchas actividades que se pueden hacer en esta zona, podéis dar un paseo entre las viñas ( se puede ir con perros en toda la zona incluso dentro del restaurante 😇🐾) hay un campo de golf, puedes ir a dar una vuelta con caballos o bicicleta y muchas cosas mas, lo que más me ha gustado son las Cabañas hechas de madera en medio del bosque y por la noche el camino hasta las cabañas está lleno con luces 👌 . También puedes ir a visitar el castillo y tomarte algo en la terraza, o puedes ir a visitar la bodega y comprarte un par de botellas de vino que estaba buenísimo, o puedes quedarte en el restaurante a tomar una copa con unas tapas ,por que la comida es .... riquísima!hay que ir si o si lo recomiendo 🔝🔝👌👌

Si fuera por la comida daría 5 estrellas sin lugar a dudas. Comimos y cenamos en el restaurante y todo estuvo de 10. Lamentablemente no puedo opinar lo mismo del que parecía ser el jefe de sala (sin pelo y con gafas) que nos atendió. Un señor muy muy estirado que no interactuó con nosotros ni para preguntar qué nos había parecido la comida, etc. Tampoco nos contestó cuando le comentamos que todo estaba muy bueno. En un primer momento pensé que le habíamos caído mal por alguna razón, pero luego me fijé que atendía así a casi todas las mesas. Digo casi todas porque a dos de las mesas sí que las atendía con un poco de simpatía. En definitiva, fue una servicio muy extraño. Pagamos más de 60€ por persona por la comida y 30€ por persona en el menú de la noche (relación calidad precio 10) y esperabamos otra atención. Añadir que también tuvimos la percepción que había un ambiente tenso entre el personal.

Solo entrar, el espacio y el entorno ya es espectacular.Hicimos el menú degustación y un 10. La calidad del producto, la presentación, el sabor, la originalidad... los camareros súper antentos también explicando cada uno de los platos con dedicación.Sin duda una experiencia totalmente recomendable.

Pese a creer que nos quedaríamos con hambre, nada más lejos de la realidad. Platos muy bien elaborados, todo buenísimo. Postres idem de idem. Buena carta de vinos, como no podía ser de otra manera.

Maravillosa estancia y muy recomendable. Entorno e instalaciones fabulosos, se respira la tranquilidad de la finca por cualquiera rincón donde te encuentres. Sobretodo vivir la experiencia de la cata de vinos y el tour por la bodega.

Cenamos el menú degustación y comimos a la carta al día siguiente. Servicio muy bueno y platos exquisitos. El consomé de calçots, el cono crujiente, el tartar y el pastel de queso del menú, los mejores. Fuera de menú recomiendo las croquetas y los pèsols del Maresme.

Restaurante ubicado en un lugar privilegiado vistas a Montserrat rodeado por un campo de golf, caballos....tranquilo

Muy buena atención, comida diferente a lo habitual, fue un menú degustació, fue muy bien, lo único que destacaría, es que la bebida iba a parte, considero, que era el precio elevado y al menos un vinito del oller debería haber entrado, hubiera sido perfecto. Las vistas maravillosas. La cata espectacular, Carla nos lo hice ameno, agradable y muy entendible y cultural. Muchas gracias

Calidad de producto, carta interesante con varios platos fuera de lo tradicional bien elaborados. Postre algo mejorable en nuestro caso, quizá no acertamos.Buena (y no especialmente extensa) carta de vinos orientada a su propia bodega, como es lógico, y a bodegas cercanas.Servicio atento aunque quizá algo mejorable para el nivel, solo cuestión de tiempo y terminar de rodar al equipo.Muy recomendable, volveremos sin duda!