Fui con altas expectativas ya que me habían hablado muy bien de este sitio. Nuestra visita se dio en fin de semana y justo al volver de la vacaciones, recién re-abierto el restaurante.La chica que había en la barra, nos preguntó si teníamos reserva y al decirle que no, nos contestó un "está todo lleno" que fue bastante seco y contundente.He de confesarlo: no lo recibí nada bien. Y supongo que se me notó en la cara porque inmediatamente después, sin decir nada más, ella continuó: "si os queréis esperar un poco a ver si se vacía alguna mesa...". Esto ya fue en un tono más amigable.Decidimos esperar y darle una oportunidad al local por las referencias que teníamos. Una vez sentados, la camarera tardó en venir a tomarnos nota y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que la pobre estaba completamente sola atendiendo a barra, tomando nota, sirviendo bebidas y marchando los platos del pase de cocina a la mesa. Estaba desbordada.Evidentemente, el "encontronazo" al entrar pasó al olvido pero sí empecé a darme cuenta de otros detalles, y uno de ellos, es que para la situación que tenía, la chica hizo todo lo que pudo para atender a todo el mundo correctamente. El otro, que no beneficia tanto al local, es la limpieza.Los lavabos estaban desatendidos, el suelo en general estaba descuidado e incluso las puertas de la cocina, marcos incluidos, tenían claras marcas de manos y dedos llenos de grasa.Sin embargo la comida como tal, era genial y cumplía con las referencias que nos habían dado. El menú de fin de semana es un picoteo y un segundo a elegir. Nada malo que comentar en este sentido. Todo estaba espectacular y bien presentado, como se puede ver en las fotos.Conclusión: no se si es algo que se repite cada fin de semana o fue puntual, pero... ESA CHICA NECESITA OTRA PERSONA EN SALA. No puede abarcarlo todo ella sola.Como detalle añadido, comentar que al menos los fines de semana, no ofrecen menú infantil, pero que si lo comentas, te ofrecen algún plato y te cobran a precio distinto del menú de adulto. En nuestro caso, fueron unos canelones.Le daremos otra oportunidad por las referencias recibidas, pero si no fuera por eso, quizá es un sitio donde no repetiría por la primera impresión que me llevé.Admisión de niños: En nuestra mesa habían niños y la camarera fue super agradable con ella a pesar de la saturación que llevaba. Hay opción de menú infantil aunque no lo ponga en la carta.Aparcamiento: El aparcamiento suele ser fácil. El sitio está en un polígono industrial y justo entre los edificios donde está, hay un generoso aparcamiento.Acceso para sillas de ruedas: Acceso para silla de ruedas necesita asistencia. Hay un escalón de 10-15cm aprox. El interior es todo plano.