Tempus Fugit en Barakaldo

Comimos menú de fin de semanaMi mujer y yo con mi hija y su novioCelebrando el cumpleaños de mi mujer….Comimos súper bien 👌La comida riquísimaEl vino espectacular ( marqués de Vitoria )Todos los platos en su tiempo y sin prisas ni esperas….(genial)El servicio de lujo el chico que nos atendió muy muy correcto y atento.Nos encantó reencontrarnos con un antiguo camarero del mustang santurtzi que es la mar de divertido y atento….Repetimos seguroGracias por hacernos pasar un domingo inolvidable… 👍🏼

No soy de poner reseñas pero al ver q la gente se queja demasiado,he decidido ponerla.Estuve hoy día 10 de septiembre,a pesar de q eran casi las 4 de la tarde,me dieron de comer.El menú de fin de semana espectacular.Tanto los aperitivos entre platos,plato de ibéricos y platos principales.En definitiva,todo exquisito y muy rápido en servir.No dudaré en volver en cuanto pase por la zona.

Muy buena experiencia, calidad y precio, trato muy agrable.

Comida de 10 y atención acordé.Los precios son altos pero acordé ala calidad, la comida muy rica y el trato del personal,en general, muy bueno, no da aspecto de ser un sitio con comida especial porque parece simplemente un bar, pero es muy recomendable.

Lugar privilegiado en Barakaldo de lo cual se aprovechan pues la atención no es la primera vez que es pésima, sobre todo la camarera morena de pelo largo liso, un ejemplar detrás de una barra espectacular de pinchos pero mal educada hasta el hartazgo.

Buen servicio,interior con buena calidad y exterior con terraza.

La verdad que me ha decepcionado, tardaron mucho en atendernos, pero eso es compresible, había muchísima gente.Pero en el menu las raciones fueron muy muy escasas para un menú de más de 33€.La ensalada de pulpo para 4 personas en cualquier otro sitio la ponen individual y la verdad que el principal ingrediente brillaba por su ausencia.El servicio normal nada que destacar ni para bien ni para mal.

Siempre me ha gustado este bar, es muy espacioso, tiene una terraza enorme, y una gran variedad de pintxos que nunca decepcionan

Viernes 3 de la tarde. 3 mesas en la terraza ocupadas y unas 10 vacías. Éramos dos para comer y al final se nos unió una persona más. Los camareros dijeron que era imposible hacer nada para cambiarnos de sitio o ponernos otra mesa al lado...Nos quedamos porque ya nos habían empezado a servir, pero la única solución que propusieron fue ponernos a los tres en unas mesa pequeña de dos (y en resto de la terraza, como he dicho antes, vacía).Muy lentos y la calidad peor que antaño.Para rematar, los 3 postres fueron pantxineta y solo trajeron dos, haciéndonos esperar para la tercera casi 10 minutos