Kai Alde Taberna en Bermeo

Tuvimos suerte y pudimos comer en la terraza, aunque al principio el camarero del exterior podría mejorar algo su actitud, sin en cambio su compañera muy amable, cercana y profesional.Zamburiñas ricas, chipirones y el bonito con pisto en su punto y bastante bueno, además con buena presentación. Postre, flan casero rico. Tardaron un poco en servirnos, pero no importó mucho, mereció la pena.

Experiencia gastronómica excelente!!!Tuvimos la suerte de aún sin tener reserva, ir algo tarde para el turno de comidas y en plenas fiestas del pueblo, la chica q nos atendió se preocupo de tomarnos nota y reservarnos una mesa en la terraza para cuando estuviera disponible.Íbamos 3 personas y le pedimos q nos recomendara el pescado del día, nos sacó Ijada de bonito con guarnición de patatas al Orio que quitaba el sentido, un centro de ensalada de pulpo para los tres, y postres caseros.Sin duda si regresamos a Bermeo repetimos

Riquísimo tataki de atún, nos lo recomendaron y no nos defraudó. Tb muy buenos los chipirones a la plancha y las zamburiñas.Se añade el buen trato de la camarera. Repetiré si volvemos por la zona

Nunca me han tratado tan mal en ningún sitio. Le teníamos que pedir los pinchos por favor. A una alérgica a la mayonesa le partieron un pincho de tortilla con restos en el cuchillo de mayonesa. Se le pidió al camarero por favor previamente de hacer el cambio de cuchillo por uno limpio y su comentario fue “Pues nada, te quedas sin él”Totalmente lamentable el trato pese a estar bien los pinchos.

Atención del camarero pésima. Un desagradable. Se queja de que la barra está llena cuando somos nosotros las que la hemos llenado. No recomendable. Una amiga mía alérgica a la mayonesa y dice el camarero de malas formas a la clienta: te quedas sin comer. Fatal. Cambie de trabajo si no le gusta la hostelería señor. Es lo que hay.

Falta de educación total por parte de la persona que nos atendió en la barra (varón de pelo rizado y gafas). Entramos con la intención de pedir unos pintxos y unas cañas. Cuando le dijimos lo que queríamos nos comentó que pensaba que teníamos una reserva y se dio la vuelta y se fue a atender a otra persona que estaba en la barra que daba al exterior. El local estaba vacío. Nos fuimos a los dos que están al lado y la atención de 10 y la comida excelente.

Acudimos una cuadrilla al bar de unas 10 personas a consumir unos pinchos y bebidas. Buena comida pero mala organización y malos modos por parte del camarero al que tuvimos que decirle hasta lo que consumimos... Recibiendo malos comentarios mientras nos lanzaba la consumición.El bar estaba prácticamente vacío por lo que no entendíamos el agobio. Con decirnos de buenas formas que esperaremos hubiese bastado.....

Comida rica, pésima atención. El camarero entró en colapso teniendo el bar medio vacío, tuvimos que hacerle nosotros mismos la cuenta y encima contestando mal cada vez que le pedimos algo. Le molestaba que quisiéramos pedir más comida.

Exquisita relación calidad precio. Además el lugar más elegante de todo el puerto. Y especialmente agradecidos a la inmejorable atención de Yorlady, que desborda simpatía y calidad en el servicio. Volveremos pronto.