Vicente Campo en Camaleño

Sitio espectacular, personal amable y atento y comida increíble.Hemos pedido albóndigas de tudanca y filetes de ternera con salsa de queso picónLas albóndigas con salsa, muy ricas y sabrosas con patatas fritas y sal en escamaFiletes de ternera, se desasen en la boca de lo tierno que están, con pimiento de píquelo y a patatas con sal en escama.Riquísimo todo.Muy recomendable, por si buena calidad precio

Ideal para comer un cocido Lebaniego, considero que es el mejor restaurante donde lo sirven en la zona y he comido en otros. Desde las carnes hasta la sopa todo tiene un sabor muy rico. Eso sí, deben reservar con anterioridad porque no siempre puedes entrar sin ella. Es muy concurrido. El trato muy bueno y un servicio eficiente. Inclusive te llaman al móvil cuando tienes la mesa lista y no estás en el sitio porque estés dando un paseo por el lugar

Restaurante familiar con una atención insuperable y comida casera. Te ponen una tapa al inicio para ir Abriendo boca. El pan de leña muy rico. Los caricos montañés estaban muy buenos, muy suaves aunque se echaba de menos un trozuco de chorizo. El chuletón a la piedra brutal! Con acompañamiento de patatas y pimientos asados. El postre casero, a destacar el canónigo y el fran de queso ( el mejor que he probado en mi vida).El único punto negativo es que la cocacola son de las pequeñas.

Restaurante de cocina tradicional con alguna opción vegana (berenjena con pimientos y cebolla caramelizada, y guiso de alubias vegano). De momento no tienen postres veganos, esperamos que lleguen pronto! Durante la temporada baja tienen una carta reducida.

Restaurante en la falda de los Picos de Europa que no te puedes perder.Para aparcar, no es de lo mas fácil en plena temporada, pero fuera de ella, se puede aparcar casi en la misma puerta.Una vez entramos nos damos cuenta de todos los motivos típico de la zona cántabra. Confortable y el personal es súper servicial y muy amable.Su especialidad, tal y como ellos mismos comentan son las carnes.Cuando pides los platos te traen para ir haciendo boca un queso cremoso para untar en un pan espectacular y casero. Es queso es también casero.Para empezar una cecina hecha por ellos mismos con pimientos asados. Es espectacular notar la finura de la carne de cecina que deja un sabor en boca duradero.Seguimos con unas croquetas de Compago del cocido Lebaniego. Espectaculares y cremosas con rebozado atípico. Se deshacen en la boca.De segundo, unas albóndigas de buey Tudanco, una raza autóctona de Cantabria y que es un ganado robusto, de carácter bravo. Tiene una cornamenta muy característica, tanto los machos como las hembras. Las albóndigas son consistentes, muy sabrosas y bañadas con salsa. Se acompañan de patatas fritas.Asimismo, una chuleta de vaca a la piedra, servida con pimientos del padrón y pimiento escalibado. Traen una piedra muy caliente en la que puedes ir haciendo la chuleta al gusto de cocción.Para terminar, una tarta casera de queso acompañada con galleta crumble, arándanos y frutos rojos.Durante la comida se ha acompañado un Ribera del Duero Legaris, joven pero consistente.El precio medio por persona con cafés es de unos 35 €.

¡Espectacular! La calidad de los platos es fenomenal y la atención de 10. Llegamos pronto y se estaba muy a gusto y tranquilo en su precioso salón. No obstante, a medida que fue llenándose, el nivel de ruido aumentó por lo que aconsejo ir pronto o en días en que esté poco concurrido para disfrutar por completo de la experiencia.Resumiendo, absolutamente recomendable.

Muy buena relación calidad precio. Amplia carta de platos de primeros y segundos platos, postres caseros. Destacan los guisos y las carnes a la piedra. Raciones muy generosas de cantidad. Variada carta de vinos. Aseos en correcto estado de uso. La familia que lo atiende son muy amables y eficientes. Un buen referente en la zona para comer o cenar.

Llegamos por casualidad y nos atendieron muy bien, el personal muy atento y estaba todo muy bueno. Lo recomiendo y volveria a repetir

Todo buenísimo. Ambiente muy agradable