Totalmente decepcionado, nos dieron de comer como a ganado. Se ve que tenian prisa por despacharnos a pesar de tener el comedor medio vacio.Tras las reseñas positivas que leí nos dispusimos a reservar allí pensando que era un buen sitio, pero nada mas lejos de la realidad.Al llegar y nada mas sentarnos tuve que pedir que me cambiaran la servilleta y el plato, pues ambos estaban sucios (mal empezamos). Así como el mantel cuando levantaron el plato.Tomamos el menú de fin de semana (20€ persona) y los platos que nos ofreció el camarero no eran nada del otro mundo, aun así cada comensal encontró algo que le encajaba de la limitada oferta.De primero paella mixta, recalentada en el microondas, por supuesto, la textura del arroz era dura, ya que todos los comensales que la pidieron coincidieron en ese dato (falta de cocción), otros pidieron ensalada con queso de cabra y frutos secos (2 nueces y 20 pasas) con una salsa de mermelada de fresa o similar que no combinaba nada con el plato, el queso estaba forrado con 3 lonchas de beicon a las cuales no les habian quitado ni las partes duras que trae, ni los pequeños "huesecillos" tipicos de este producto.En los segundos platos pedimos cachopo y calamares.El cachopo era de ración, hasta ahí correcto, pero el relleno era practicamente inexistente, una lonchita de jamon y una lonchita de queso, que daba poco mas que un ligero sabor a los filetes empanados.Lo que si daba sabor (y del malo) era la exgarerada cantidad de aceite que tenia el rebozado, que evidentemente no se molestaron ni en pasar por un papel absorbente, acompañado de unas patatas fritas saladas (alerta gente con hipertensión).Los calamares venian en tinta (cosa que no avisaron en ningún momento a la hora de tomar la comanda) y digo en tinta y no en su tinta, por que es imposible que 5 calamares de ese tamaño tengan tanta tinta como la que venia en el plato, me recordó a la desgracia del Prestige cuando los ví llegar.Los postes, tarta de queso, arroz con leche y torrija "de navidad".La tarta de queso solo tiene de eso el nombre (siempre pido lo mismo en todos los sitios que voy y esta es la peor con diferencia que me han servido), tiene textura de flan, impropio de una tarta de este estilo, el sabor es inexistente pero lo intentan enmascarar con una especie de confitado que no fuimos capaces de averiguar de que fruta era, de color marrón y sabor fuerte.El arroz con leche estaba para armar ladrillo, seco al punto de dar vuelta al cuenco en el cual te lo sirven y no caerse ni un grano (se ve que el arroz no es su fuerte) así que no se lo pudo ni acabar.La torrija de navidad es lo unico que parecia estar algo mejor, pero aun así se quedó mas de la mitad en el plato.Sin duda una decepción de sitio en cuanto a la comida, ya que el servicio por parte de los camareros fue bueno en todo momento (gracias al chico jovencito y a su compañero de barba) y las instalaciones tambien tienen buena pinta y son acogedoras.Una experiencia desagradable que nos hará no volver y no poder recomendarlo como se merece.Gracias por leer hasta aquí y si te ha resultado util esta reseña por favor valorará de forma positiva.