Sidreria Abel en San Vicente de la Barquera

Después de cenar por la zona, de postre decidimos ir a la SIDRERÍA DE ABEL muy cerca de donde nos encontrábamos a tomarnos por 9,50 € un QUESO DE CÓBERCES CON MEMBRILLO y una botella de SIDRA de Cantabria, fue el toque espesial de la noche.#estoestaespesial

Comida buena, las rabas, los txipirones plancha, con arroz de acompañamiento muy curioso la verdad, y los mejillones tigre de 10. Estos últimos se nota que no son de bolsa. La crema es suave, melosa, para mi gusto le faltaría un poco de picante, pero eso ya es personal ya que puede haber más gente que no tolere el picante. El camarero un hombre de bigote, también de 10. Fue una velada muy buena. Repetiría y lo recomiendo

Hemos comido muy bien. Las sardinas, las rabas y los pimientos

Muy recomendable. Las Zamburiñas deliciosas. Perfecta atención y recomendación del camarero Ricardin. Volveremos seguro!!

Llegamos, tenía buena pinta al estar el sitio frente a la ría, pedimos 3 raciones, pulpo, chorizo a la sidra y pimientos rellenos, todo más las consumiciones 61 euros, tuvimos que parar en el sitio de al lado y pedir de cenar. Las raciones que ponen son justas, el pulpo por 20 euros es una las patas partidas por la mitad, lo peor es la sensación de estafa que sentimos, sin duda alguna el peor sitio que he estado nunca.

Productos de calidad, excelente cocina, buenos tiradores de sidra y lo mejor la buena atención y simpatía de su personal.

Comida precalentada y precocinada...Servcio muy rapido que te da idea de que nada esta preparado sino calentado al microondas y servidoPimientos rellenos que no saben a nada .Los boquerones pocos como se ve en la foto pero estaban buenos...Calamares fritos por segunda vez y qervidos tampoco estaban mal..Tuve una mejor experiencia en este restaurante en pleno invierno....por eso volvi....

Esta ha sido nuestra experiencia.Primero: Entramos mi mujer y yo por recomendación de un ciudadano que nos encontramos, ya que, no había nada abierto para cenar...Segundo: Comentar que el dueño del restaurante tenía un perro dentro dando vueltas por el local, no se dignó a preguntar si molestaba el animal ( creo que no es higiénico tener un animal en un restaurante y por supuesto es la primera vez que nos pasa esto). No tengo nada en contra de ello, pero no es lo propio.Tercero: La comida deja mucho que desear, caro y calidad de segunda o tercera, las raciones son pequeñas y mal elaboradas.Cuarto: Nos parece un robo cobrar 15€ por un plato con 2 huevos fritos, patatas fritas y 10 o 12 trozos de jamón de recebo (un jamón que suele costar unos 50€ tirando por lo alto).Por último y no por ello menos importante, mencionar que el camarero (y suponemos, dueño) se paseaba por el local con la mascarilla bajada y mientras nosotros esperabamos para pagar la cuenta, éste se salió del local a fumar con un grupo de personas en la puerta.

La atención genial, te atienden enseguida y están atentos. Probamos los calamares a la plancha, las zamburiñas, la rabas y los huevos con patatas y jamón, y todo estaba buenísimo. Totalmente recomendable