Paris Texas en Alcalà de Xivert

Atención nefasta, tuvimos que esperar más de 15 minutos para que nos atendieran en una de las mesas de la terraza, sin embargo atendían antes a otros que acababan de llegar...un auténtico descontrol. Pedimos una cerveza que estaba caliente y un granizado de limón que era imposible de tomar por su elevada acidez, lo dejé intacto...el camarero se limitó a decir que lo sentía, pero bien que lo cobró...Falta absoluta de profesionalidad. Nada recomendable.

El servicio deja mucho que desear, las formas de los cameros y lo que tardan en servir. La comida no está mal, las albóndigas muy ricas, la crema catalana se puede mejorar mucho y los huevos rotos están bien. Precio asequible.

Paris Texas es, sin dudarlo, el restaurante con la carta más amplia y rica de Alcosebre. Cocina tradicional de la zona e internacional: italiana, asiática, oriente medio, hindú... Un auténtico espectáculo, no sólo gastronómico, sino también musical: jazz, bosanova,...( muy interesante hablar con el dueño, un melómano de los que ya no quedan). Y los camareros y camareras son profesionales como los de antes, con gran sentido del humor, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites. Eso sí, si vas de chulo, listo, mandón e impaciente, no te vas a encontrar con el típico camarero sumiso de 20 años...¿¿Qué ocurre entonces con ese 3,3??Pues yo os lo explico, que llevo un año dedicándome casi exclusivamente a analizar todos los restaurantes de Alcoceber, y parte del extranjero.La falta de criterio por parte de la mayoría de comensales es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los restaurantes de hoy en día. Los clientes no saben realmente a qué tienen que saber los platos. Se está perdiendo mucha cultura gastronómica en este país, algo preocupante por la parte que nos toca. Esto se nota, sobre todo, en que la gente se fija más en el servicio, la bebida y el precio, que en la comida, lo realmente importante. Normal, por ahí no pueden hacer daño porque no están seguros de si está rico o no. Peligrosa la ignorancia....Además, hay una tendencia a decirle al camarero "muy rico todo" y luego llegamos a casa y nos convertimos en los críticos más destructivos. ( Niño maloooo....)Yo he probado la ensalada y es de diez; los huevos rotos, de los mejores; el wok, los arroces, el burrito, etc... Un día me comí una tortilla francesa un poco seca (que le corten la cabeza al cocinero!!) Y otro día el pescado del ali pebre tenía bastantes raspas (claro, es un guiso tradicional, no apto para tiquis miquis madrileños como yo).No creo que encontréis un restaurante que clave casi todos los platos de una de las cartas más amplia que he visto en mi vida. Así que a ver si recapacitáis los que habéis criticado negativamente la comida, reflexionad un poquito, pedid perdón al cocinero, y aprended a discernir entre lo bueno y lo malo, que vais bastante flojos.Y sobre todo, y lo que no tiene perdón de Dios, es la indiferencia y el mal trato a los camareros (gente que se mata a trabajar para que seamos felices) que se está viendo últimamente, vergonzoso... Los turistas somos cada vez más maleducados.En fin, espero que nadie se haya sentido ofendido con esta valoración de valoraciones. Es, al fin y al cabo, una valoración más.

Pésimo servicio, uno de los camareros un chulo y un violento. Vamos que terminamos llamando a la guardia civil por qué salió sacando pecho como los gallos y amenazando. Un servicio pésimo. Los cócteles son agua sucia y encima son extremadamente bordes. Un desastre de sitio.

Mala experiencia. Servicio flojo y comida escasa. El plato de sepia,mejillones y ensalada por 13,75€ es de chiste. Sepia mini, 2 trozos de lechuga y solo 3 mejillones( éramos 4, mi mujer ni probó uno). La ración de calamares cara y venían poquísimos. Y la sangría mala, caliente y 12 eurazos. Sólo las vistas merecieron la pena.

Hoy he alucinado un poco...Uf, por donde empezar. Por lo malo de los cócteles o por lo vergonzoso del trato.El camarero sin motivo se ha puesto chulo, pero en plan de encararse e increpar y amenazar a unos clientes. Vamos totalmente fuera de lugar y de vergüenza ajena. Hasta el punto que me he levantado a pagar y nos hemos ido...no antes de que justo apareciera la guardia civil.Los cócteles son verdaderamente malos. Mi Margarita sabia a tequila aguado, pero malo malo.Mira mis reseñas. No soy de poner malas valoraciones, pero este lugar no me parece recomendable en absoluto. Echa un vistazo también a muchas reseñas que valoran lo mismo. La agresividad extrema y malísimo trato.

El peor trato que me han dado en mi vida, pedimos dos consumiciones y nos traen los vasos con dos cubitos de hielo, por supuesto sin saber que bebida nos habían servido ya que la traía en los vasos. Al reclamar al camarero que nos pongan más hielo nos dice el matón de discoteca (de tres al cuarto) con mucha sorna que a él le da igual, que los va a cobrar, nuestra sorpresa es que cuando traen la cuenta nos cobran 0,40€ por cada hielo.Pedimos explicaciones y la cosa va a peor porque el dueño nos dice que es su local y hace lo que quiere.

Solo bebo alcohol cuando pido cocktails porque soy muy aficionada y además he trabajado muchos años poniendo copas y me encantan. Es difícil además fallar ya que por poco que le eches, suelen estar ricos.Creo que es el peor Daiquiri que me he tomado en mi vida. Es más, ni me lo he tomado, y eso que me lo han puesto dos veces porque el primero lo devolví porque estaba tan asqueroso que pensé que estaba en mal estado. Pero el segundo ahí se ha quedado.También pregunté por la carta de cocktails sin alcohol y no me supieron decir ni qué llevaban los que tenían anunciados, con lo cual, no pedí tampoco. Ni siquiera saben lo que venden, vamos.Raro es que yo ponga una mala reseña, pero no es para menos.Nada recomendable.

Lo único bueno son las vistas que tiene la terraza del local, porque se está agusto y con la música de ambiente. Lo malo media hora para que te traigan un mojito y dos daiquiris, que luego no sé realmente si es que la camarera era nueva, si es que no tenían o no sabían que decir! Desastre! Al final tres mojitos 45 minutos esperando para tomarlos. Lo gracioso es que el camero lo sabe y fue sincero, faltaría menos. Mientras no lo cambien van a pique, porque estando allí se fueron personas de mesas que ni siquiera fueron atendidos.