Detapeo en Castelló de la Plana

Es un restaurante ubicado en el centro de Castellón en una casa típica de la zona, muy original y un ambiente acogedor. La comida está muy buena y con buena presencia. Pero lo mejor es el trato por parte de los empleados, sobre todo de Bárbara, nos atendió de maravilla, muy amable y atenta😍Vamos... Toda una profesional. Para repetir 👍

Magnífica atención, magnífica elaboración y producto. Los torreznos superlativos. Las alcachofas muy bien cocinadas y no de bote como en el 90% de los restaurantes de pinchos. Variedad de cervezas, y repito, un trato excelente. Recomendable 100%.

Un sitio de pintxos ricos tipo el País Vasco.Tiene mucha variedad.Pocas opciones para celíacos, pero te ofrecen alternativa, es de agradecer.

Restaurante céntrico que cuenta con una carta variada de pinchos. Las raciones eran algo escuetas en comparación al precio. Lo que más nos gustó fue la ensalada de burrata. Además pedimos torreznos ya que vimos que mucha gente los destacaba en comentarios, más allá de que estaban bien no lo vimos para tanto. Comida buena a un precio algo caro aunque hay que tener en cuenta donde está ubicado.

Gran variedad de pinchos! Un poco caros para el tamaño, pero muy buena calidad, y están buenísimos! Lo mejor, los huevos rotos; estaban espectaculares. Y mención especial a la camarera, que es un amor!! Volveré seguro 😊

Único local en Castellón para tomar pinchos vascos. Gran variedad y ricos.Perfecto para tomar una caña y tomarte un pincho antes de cenar. También he probado la versión restaurante que esta en el piso de arriba, este no lo recomiendo tanto puesto que es la misma carta que abajo pero con mesas y sillas.Algo pequeño el sitio pero agradable.

Un disfrute fuera de los platos habituales.Croquetas diferentes y deliciosas. Unas "tostas" interesantes y llamativas. Un chuletón norteño impresionante. Ciertamente no hubo plato ni tapa que no nos resultará delicioso.El local es una maravilla por el diseño, el empeño y la ilusión que los dueños pusieron en su nacimiento.Tuvimos la suerte de disponer de un rato con Rafa, el propietario que nos hizo una visita guiada por el local que bien podría ser un museo anticuario. No hay pieza que no tenga una singular historia.Es sin duda un lugar imprescindible en una visita a Castellón.Nosotros volveremos!

El restaurante es muy bonito y muy acogedor con toques vintage mezclando estilos con piezas antiguas. El personal es muy amable y servicial. La comida está muy buena y se nota calidad en los platos pero el precio es muy elevado para la cantidad que ponen en cada uno. No pongo cuatro o cinco estrellas ya que creo que el precio es alto por la cantidad servida.

Local lo más parecido a un bar de pintxos del Pais Vasco.Gran seleccion de montaditos y vinos.Servicio Profesional.Me gusta