La Raspa en Peñíscola

*** edición de tres meses después.Volvemos a Peñiscola y vamos una vez más a este sitio que nos gustó tanto. Sorprendido estoy porque no parece el mismo. El arroz meloso duro con mejillones gelatinosos, el sabor bien pero desesperadamente normal. El cabracho muy rico, muy sabroso y fino. El arroz con leche líquido y muy cutre.La bebida, una botella de agua pequeña y solo 1 copa de vino, no 1/2 o botella entera como en todos los otros sitios. Lo raro es que a principio de temporada nos pusieron botella las 4 veces que fuimos, ahora ya no.Y ya cuando te traen la cuenta y ni preguntan qué tal todo.... Vale que la temporada ha sido dura, yo también soy hostelero y estoy cansado, pero tampoco es cuestión de bajar tanto.Nos hemos sorprendido porque de verdad lo teníamos como un sitio de referencia para comer/cenar y hoy ha sido hasta un poco decepcionante. Ya veremos el año que viene si se recupera la cosa.******Un sitio muy bueno. Terraza agradable donde corre el viento. Carta amplia aunque nosotros comimos siempre de menú y no nos quedamos con hambre nunca.Postres caseros elaborados por el propio restaurante, a destacar el brownie, espectacular.Pescado fresco, elaborado con mimo. Parece que preparan todo al momento según lo que se pide por lo que, dependiendo del plato pedido, tardan un poco pero la espera vale mucho la pena.15.50€ el menú y en temporada alta dos euritos más.

Un restaurante acogedor, con unos camareros profesionales en atención y servicio y en dónde, además, se come estupendamente.

Fuimos a cenar el otro día, estaba todo muy rico y buena calidad/precio. Buen trato por parte de los camareros

Buena relación calidad/precio y cantidad abundante. A pesar de llegar a las 15:00 nos han dado mesa y el servicio ha sido muy amable. Para repetir.

Se come muy bien y los camareros son muy atentos, pero en verano de 2021 el menú del día costaba 14.90€ y en 2022 cuesta 18€ (los siete días de la semana), lo que supone una subida del 21%. De modo que lo que era una estupenda opción para comer a diario, se queda como alternativa ocasional; no digamos si vas en grupo. El menú, además, es muy cerrado: incluye agua o vino, pero si prefieres una cerveza o un refresco te lo cobran aparte. Tampoco puedes cambiar el postre por un café, como es habitual, así que si no quieres postre, en el menú estás pagándolo igual y el café aparte. Ojalá lo reconsideren, porque la cocina es buena y el sitio agradable.

Servicio lento, arroz muy salado y con poco cuidado y, como fuimos a comer un poco antes, querrían echarnos para la segunda tanda. Me quejé por la tardanza entre platos y pedí otro vino por su cuenta. Me lo cobraron pero me negué a pagar - resumen, todos insatisfechos(los camareros también)

Buen trato por parte de los camareros. Pedimos paella de marisco, pero estaba súper salada. Hemos estado en otras ocasiones y siempre han estado muy buenas, pero esta vez el cocinero se pasó con la sal.

Pedí el chuleton a la brasa, no tiene nada que envidiar a los de otros lugares con más fama, tierno, en su punto y no cabe en el plato, te sirven la ensalada de guarnición en otro plato por qué no cabe todo en el mismo.

Buen trato y ambiente, conexión wifi rápida, ricas tapas, no falta el sabor a aceitazo.