Casa Mazal - Juderia en Córdoba

Casa Mazal nos ha descubierto la cocina sefardí y nos ha encantado! Una cocina llena de sabores y unos platos con mucha calidad. El trato fantástico, íbamos recomendados por un amigo y ha sido todo un acierto. Muy recomendable!!!

Lugar con encanto. Comida estupenda, cabe reseñar el cordero confitado espectacular, las berenjenas, el gazpacho sefardí.... Y para terminar de postre un delicioso helado de naranja.Presentación magnífica y el servicio inmejorable, amable y atentos dándote ideas para elegir.

Maravilloso restaurante. Comida deliciosa y presentación exquisita, no tengo una sola queja. El menú degustación es espectacular, especial mención al carpaccio de calabacín, el paté de berenjena y el saquito de lubina. Los camareros son encantadores. Repetiré sin duda, parada obligatoria en Córdoba.

Un placer para los sentidos...trato excelente, lugar precioso y comida exquisita.Repetiría mil veces.Gracias por esa gran experiencia, nos vamos encantados.Un abrazo desde Barcelona

Veníamos recomendados y no pudimos salir más contentos. El lugar muy agradable. Tiene un patio pero nosotros estuvimos en la parte de arriba, muy tranquilos. La comida espectacular, con deliciosas mezclas de sabores. EL personal muy atento. Nos dejamos aconsejar por la persona que nos tomó nota y acertó de lleno. Danilo, nos sirvió los platos con mucho arte argentino. Sin duda, el lugar al que volveremos cuando regresemos a Córdoba y el que recomendaremos a amigos y familia. Muchas gracias ☺️

Hemos entrado por casualidad, no teníamos reserva y estaba siendo complicado encontrar sitio pero nos ha sorprendido muy gratamente. Nada más pedir la bebida te traen un aperitivo de aceituna negra y un pan casero recién hecho. Hemos pedido, como entrantes, Hummus tradicional, falafel y salmorejo. Son raciones que están bien de cantidad y muy ricas (el salmorejo para mí, algo suave. Me gusta algo más fuerte pero al ir acompañado de ahumados picados, igual es mejor así). Como platos principales, cuscús de pollo y curry, de pollo picante y confit de pato. Para mi, el de confit de pato el mejor.El trato del camarero ha sido bueno y hemos quedado muy satisfechos del descubrimiento que nos deparaba el azar hoy. Recomendado!!!

Buscabamos un lugar donde cenar suave después de varios dias comiendo carnes y fritos, y con este lugar acertamos de lleno. El sitio es bonito y acogedor, en pleno barrio de la juderia. Nosotros escogimos cenar en su patio y estuvimos muy bien. El servicio es excelente y los platos muy buenos, con una cuidada presentación y atención a los detalles. Pedimos falafel reinventado, corazones de alcachofa al azafran y cuscús. Todo excelente, y una mención especial al pan sin levadura y al pate de olivas obsequio de la casa. Todo recomendable 100%

Somos aficionados aunque aún bastante nuevos a la comida árabe y queríamos probar esta rama de la misma.En primer lugar decir que el servicio es muy bueno. Camareros atentos y amables.Cuando llegas te ponen sin preguntar (aunque si lo cobran) un aperitivo que consiste en dos panes caseros hechos con ellos y un pate de aceitunas negras. El pan muy bueno aunque uno de ellos estaba un pelín crudo y quizá algo falto de levadura. El pate se notaba casero y con sabor intenso a aceituna.De entrante pedimos la reinvención del falafel, que consiste en falafels tradicional de garbanzos, de remolacha y de espinacas. Dos de cada, muy buenos todos aunque especialmente el tradicional de garbanzos y el de remolacha. Venía acompañado de dos salsas, una de tomate dulce que estaba espectacular y otra de yogur con menta muy buena también.De principales pedimos dos para compartir, Cuscús con pollo kaila con tamarindo en primer lugar. Estaba muy bueno, el couscous venía con semillas y frutos secos y un especiado muy bueno, nos encantó. El pollo estaba muy rico aunque quizá esperábamos un sabor diferenciado, sabía a un guiso de pollo bastante tradicional, que aunque bueno, no es lo que quizá esperábamos.El otro principal fue el cordero al horno con castañas e higos. Venía envuelto en masa filo. Fue el plato que más nos gustó de la comida. El sabor a cordero era intenso con el toque dulce de los higos, la castaña no se notaba en exceso. El único pero del plato es que la ración era bastante escasa para el precio del plato. Lo había visto en fotos de reseñas antes y parecía más grande.Como postre pedimos el pastel seneca con chocolate y Nutella y helado de sésamo negro. Aquí tuvimos opiniones enfrentadas. El helado es de los mejores helados que hemos probado, muy muy bueno pero el pastel era simplemente un hojaldre con chocolate, demasiado sencillo para un precio de casi 8 euros, en nuestra opinión.Por lo general comimos bien y rico y recomendaría a alguien ir un día a probar, sobre todo los falafels y el cordero al horno pero puede que los precios sean algo excesivos y el postre no nos convenció, por eso no le damos las 5 estrellas. Recalcar de nuevo un buen y amable servicio.Otra cosa más, en su web pone que tienen menú para dos, incluso puedes descargar dicha carta del menú, pero al preguntar en el restaurante nos dijeron que no.

Quedada de chicas un viernes noche. Una de ellas decide el sitio intentando sorprender a las demás. En este caso, la elección no pudo ser mejor: CASA MAZAL. Al entorno cuidado y plagado de detalles que facilitaban la inmersión en un tiempo pasado, se le sumaba una cocina con ingredientes de primera calidad, combinados con acierto, y un servicio atento y alineado con nuestro momento festivo. Reconozco que hicimos más ruido de la cuenta, pero creo que se nos perdonó por la alegría que transmitíamos. Es de agradecer en los tiempos que corren.