Cafestore en Hernani

Simple y llanamente un bar de restaurante para currelas de la carreteta. Quien venga a por lujo, no es su sitio.

Muy mala experiencia, no lo recomiendo. Humanidad cero. Somos trabajadores con discapacidad y hemos parado camino de Irún. Le he comprado un bocadillo de tortilla y un refresco por casi 8€. Me he sentado con mi compañero en la terraza a comer y una camarera con muy malos modales nos ha echado por qué hemos sacado una Cocacola y un sándwich que traíamos nosotros. Como digo, humanidad y vergüenza cero

Aparcamos en el Cafestore, camino de Chillida Leku con la idea de comer un bocadillo rápido. La cocinera, que nos atendió, nos dijo, muy amablemente, que también teníamos platos combinados y nos decidimos por un plato de cachopo, patatas fritas y ensalada. El cachopo resultó impresionantemente rico. Agradecimos a la cocinera el detalle de su aviso y su estupendo cachopo. En el parking cercano estaban aparcados un buèn número de enormes camiones camino de la frontera. No sé sí me explico. Bonita experiencia en una parada fortuita.

10,95€menú 3 50€ la ducha 🚿 3,70€el desayuno ( café con leche + croissant) . La ducha no muy limpia pero en condiciones, la comida me ha gustado, el servicio un poco lento solo hay una camarera que debe hacerlo todo. A la hora del desayuno querían poner una napolitana de chocolate del día anterior que la cogió de atrás el camarero y no del mostrador. En fin la cambié por el croissant. No hay jabón de manos en los baños y están un poco sucios supongo que es por falta de personal ya que era la camarera que servia las cenas la encargada de limpiar las duchas. Al final, gracias a la cena y al agua caliente de la ducha me ido contento al camión a dormir, eso sí hay margen para mejorar los servicios que dais.

Le doy 4 estrellas, en el 95% de los Cafestore se come bien este no lo sé ya que no he comido, el personal es agradable y tienes para picar algo la única pega que le pongo es en la limpieza de los aseos que deja mucho que desear, por lo demás se puede parar para reponer fuerzas y seguir el viaje.

Una experiencia realmente hostil. No comentaré nada sobre las restricciones absurdas a los que no contamos con pasaporte COVID, ya que entiendo que no depende de ellos. Lo que si dependía era habernos permitido al menos usar una de sus mesas exteriores. Estaban las sillas sucias y la mesa pringosa, así que pensábamos limpiarla antes de dejar nuestras bolsas. Debo añadir que habíamos comprado en su tienda dos paquetes de galletas, toallitas, mascarillas y caramelos para hacerles gasto, además de hacer un lleno de 80 euros en su gasolinera. Pero cuando nos íbamos a instalar con nuestras dos niñas pequeñas, salió una empleada a echarnos porque no podíamos consumir nada que no proviniera de su establecimiento, que en todo caso estaba vacío y desangelado en su interior. Precisó que "esto es un restaurante". Sí, claro, de cinco tenedores...

Calidad precio y por el tipo de establecimiento que es esta muy bien. Variedad de bocadillos y destacó la tortilla de patata ya que se nota que es casera. La atención por parte del servicio es buena y hay que destacar que no paran ya que están dos personas para todo el servicio .

Buenísima atención, rapidez y buenos pinchos de tortilla. Tiene tienda, restaurante y bar-cafetería. Buena terraza con mesas en frente del aparcamiento. Ideal para hacer una parada ya que también hay una gasolinera de Repsol.

Buen lugar para parar y repostar antes de entrar a Francia. Se come bien y abundante de acuerdo a los precios típicos para estos lugares que suelen ser un poco elevados. Atención buena. Café decente. Los baños necesitan mejoras urgentemente.