Konig en Castell-Platja d'Aro

Konig es un lugar de comida rápida catalana, maneja buenos precios y accesible para muchos.La atención del lugar siempre es buena y lo mejor del sitio son las patatas bravas, qué espectáculo!Siempre que voy a Cataluña espero siempre poder terminar en un Konig y comer sus patatas bravas.

Una comida increíble. Tanto la sangría como los bocadillos y las patatas estaban muy sabrosas. Además, el precio fue muy bueno. En general, relación calidad-precio perfecta. Repetiríamos.

Calidad precio muy bien. El sabor podría mejorar, especialmente en el plato de huevos que (para mí) estaba soso.Personal en general amable, pero había un chico moreno con barba atendiendo como camarero que fue borde cuando al entrar le preguntamos amablemente "cuál es la mesa dónde da más aire" (ya que hacía calor).Volvimos una segunda vez y he de decir que fueron muy amables, y además pedí una hamburguesa Nebraska (cambiando la hamburguesa por el pollo) y me dejaron hacer eso y estaba muy rico. Seguramente volveremos!

Muy buena experiencia. Trato muy cordial, servicio rápido y los platos bien presentados y muy bien cocinados. Especial mención para Jaime, un buen profesional que nos ha aconsejado que comer y beber y que ha estado pendiente de nosotros en todo momento.

He ido varias veces al konig y todo perfecto. Son rápidos, comida buena y precio muy asequible.Un pequeño detalle ha sido que nos han tirado sin querer un poco de comida encima un camarero, pero han sido muy respetuosos y nos han preguntado por si nos habíamos ensuciado. Nos han cambiado los platos y todo perfecto.

Un buen sitio para hacer unas bravas y comerse un bocadillo/hamburguesa/sándwich. Los platos combinados no son muy abundantes pero están buenos. Buena calidad. Los postres pequeños para mi gusto pero buenos. Siempre hay colas y no se reserva.

Calidad precio muy bueno. Para ser comida rápida esta buena y con mucha variedad . Más sana y menos.

Perfecto para comer bien y a buen precio. Las patatas están buenísimas, sobretodo las 4 quesos.El único problema es que no se puede reservar y se llena con facilidad, así que según a que hora llegues te tocará esperar.La Cocacola es desproporcionadamente cara, sale más a cuenta pedir agua.

Me gustó el lugar y la atención del camarero, también deliciosa la comida... Las patatas bravas son riquísimas tal cual me las habían recomendado.Lástima el mal trato del encargado hacia un camarero que accidentalmente rompió una copa en el salón, fue incómodo ver como le decía que recoja vidrio por vidrio de mala manera.