Restaurant Mas Roure en Llagostera

Un sitio muy agradable, nos han atendido muy bien, la comida acorde al precio, vale la pena. Muy recomendable. La terraza con música por la noche tiene que ser genial

Típica masía catalana. Dispone de mesas en el exterior de la casa para disfrutar del aire libre con sombra y dentro tienen varios comedores con a.a. Amplia carta en la que podemos encontrar: aperitivos, entrantes, carnes y pescados. Carta de postres independiente. No vimos el menú para niños, que en la web si aparece, pero sin problema te informan y te montan un plato adaptado para el peque. Se respira un ambiente muy tranquilo, no hay nada de bullicio. La única pega es la lentitud en algún momento del servicio pero por lo demás muy bien. Si haces caso al GPS llegas perfectamente.

María preciosa ! Donde se come muy bien ! Y precios justos ! Lo único malo las moscas en la terraza el mes de julio xD

Restaurante acogedor. Comida exquisita y trato inmejorable. Así da gusto.

Una pena que la antigua carretera con acceso directo al restaurante haya quedado "cerrada" por la autovía y haya que entrar por donde Cristo perdió el gorro, porque es de lo mejor (si no el mejor) de la zona.Gente agradable, comida de calidad, precios decentes, sitio bonito... lo tiene todo, y aunque nos alegra que nunca esté demasiado concurrido y se pueda comer y cenar tranquilo, es una pena que no tenga el reconocimiento que se merece.

Estuvimos allí haciendo el bautizo de mi hija y la verdad todo perfecto impecable la gente nos felicito por el sitio por la comida y por el servicio Mas Roure nunca falla . Enhorabuena 👏

Un lugar para recordar , tanto por el entorno como por el nivel de la cocina; Extraordinaria . Lo recomiendo a todo el que le guste la cocina tradicional catalana. Mejor dicho, cocina tradicional en general.Solo un problema que no es culpa del restaurante, nos volvió locos el navegador para poder llegarMerece la pena en cualquier caso

Excelente relación calidad/precio. Hay menú, pero nosotros elegimos de la carta. Era algo tarde y ya no quedaban primeros ligeros.La carta es bastante reducida, poca oferta pero lo ofertado muy bueno y bien cocinado. Los fritos excelentes, hechos al momento crujientes y cero aceitoso.Pedimos para picar: croquetas, patatas bravas, berenjenas, coca de vidre con tomate. De segundos mediconejo y ensalada de queso de cabra. Todo delicioso. Fuimos a probar y nos sorprendió gratamente.

Bueno, mi experiencia, viene ya de hace treinta y nueve años; cuando lo regentaba una señora. No recuerdo su nombre. Era un lugar al que gustaba llegar en invierno y todo era confort y cocina del tiempo.Ha tenido después, una época de cierta depresión. Pero, actualmente, ha vuelto a coger inercia y se puede disfrutar de una buena cocina, de calidad, y buena atención.