Restaurante L'Amfora en Llançà

Restaurante correcto, las pizzas estaban buenas, repetiria de nuevo sin problema.

Atraco a mano armada!5,40 € por dos medianas San Miguel no muy frias

A partir de las 20:00 no quieren servir mesas para tomar algo, sólo quieren dar cenas un pelín pronto me parece a mí.Una camarera, intuyo que la jefa, bastante desagradable. Los chavales muy majos.

Pedí un atún y me lo dieron crudo con sabor y restos de Gambas, por suerte no era alérgico. La atención también deja mucho que desear, no lo recomiendo.

Lugar tranquilo con vistas al Port de Llança. Extensa carta para todos los gustos, las pitzzas muy buenas, el servicio excelente, la limpieza muy buena y el trato del personal muy amable.

No puedo opinar de la comida, porque solo entrar el trato ha sido superantipatico. Hemos pedido una mesa para cenar, sin mirarnos nos ha dicho que dentro, le hemos dicho que preferíamos esperar para una mesa fuera. La contestación ha sido:hacer lo que queráis a mi me da igual... Y se ha ido. Ante esto nos hemos ido.

Le pongo una estrella porque sino no me deja escribir una reseña porque sino no le pondria ninguna.Cuando le hemos pedido si podriamos sentarnos en una mesa para 4 nos ha respondido: “hacer lo que querais”. Este comportamiento no es apto si quieres que tus clientes se queden en tu restaurante, me lo haria mirar, gracias y hasta aqui mi opinion.

Nos han atendido fatal, hasta el punto de que nos hemos ido antes de sentarnos. Hemos pedido una mesa fuera y la mujer nos ha respondido textualmente: "hacer lo que querais, a mi me da lo mismo ". Bajo mi punto de vista esto es INTOLERABLE

Se trata de un bar apto para todos los bolsillos aunque la sorpresa fue cuando le preguntamos a la camarera (la cual resultó ser la jefa) la diferencia entre un plato y otro y no pudo atendernos con la más mínima educación y sin mirarnos a la cara. Por otra parte, la comida era normal, lo que podrías encontrar en cualquier sitio: tapas, pizzas, platos combinados... Si tuviera que escoger, elegiría otro sitio sin ninguna duda, principalmente por el mal trato que recibimos.