Lamorera en Palafrugell

Hemos disfrutado de una cena espectacular escuchando las olas. Las raciones abundantes y muy rico todo. Destacar la atención de los camarerosVolveré!!

Increíble! Súper recomendable, la comida muy buena y la atención muchísimo más, en especial el camarero willy, así da gusto ir a un sitio. Volveré

Fatal la atención. Por la mañana, con todo el local vacío, el camarero pretendía que nos cambiaremos de mesa. Las mesas todas sucias. Tuve que pedir dos veces que las limpien. Pedimos una copa que faltaba y tuvimos que ir a reclamarla a la barra después de pedirla varias veces.Hay mejores sitios en esa misma calle.

Fantásticas vistas a la playa de Tamariu! La comida, relación calidad precio está super bien, la fideuá estaba buenísima!

La comida está bien , pero el trato del personal deja mucho que desear, y los tiempos de espera no son normales . Habían varios camareros , pero muy poco atentos.

Fuimos a tomar un café con hielo y un Baileys con hielo, la sorpresa fue al pagar, ambas cosas por 11,15€, el café a un precio correcto pero el baileys 9,15€, increíble lo que pagamos por un vaso pequeño y dos hielos, fui a reclamar el abusivo precio,el señor de la caja no quiso saber ni responder nada, se lo comuniqué a otra persona la cual me atendió, le pedí la tarifa de precios y me dijo que no tenia, total que después de un tira y afloja me devolvió 2,15€. Lamentable el servicio y sobre todo los precios inventados por los empleados

Buena opción en Tamariu. Los mejillones picantes buenísimos. La mesa es verdad que está pegajosa. Bien de precio, y más para la zona.

Genial restaurante para comer en Tamariu. En primera línea, al borde de la playa. Cenamos y, al día siguiente, repetimos para comer a mediodía por lo bien que nos atendieron. Nos encantó el mix de almejas y mejillones a la marinera, buenísimo! También tomamos una paella de marisco muy buena.

Lugar agradable para comer frente al mar. El atún estaba buenísimo, ensaladilla rusa y otras raciones aceptables. Por poner una pega, a los camareros se les veía inexpertos y sin saber qué hacer en ocasiones.