La Telefónica en Granada

Platos exquisitos. Es un sitio para ir y probar toda la carta. El local es bonito, elegante y acogedor. La atencion muy buena

Sitio recomendable en el centro de la ciudad. La comida muy buena, las croquetas eran muy grandes y estaban realmente ricas.El camarero fue muy atento, buen servicio

Local situado en el centro de Granada. Desde que entras todo te hace sentir cómodo, la decoración, la camarera simpatiquísima que te atienden...y luego disfruta de la comida. Probamos unas croquetas de calabaza y queso gorgonzola, simplemente deliciosas. Los huevos rotos con jamón y trufa me parecieron sublimes y la leche frita buenísima. Hay que felicitar a la cocinera de 21 años que tiene una más que prometedora carrera por delante. Volveré sin duda.

Dando una vuelta por el centro de Granada nos lo hemos encontrado, buscando algún restaurante con buena valoración. La impresión correcta y hemos decidido entrar. La comida estupenda y en buena cantidad. Las croquetas muy ricas, así como las berenjenas y el flamenquin. La persona que nos ha atendido muy agradable, atenta y cercana en todo momento. La valoración más que justa.

Nos ha gustado. Servicio muy amable como es habitual en esta ciudad pero no por ello hay que dejar de destacarlo y agradecerlo.Hemos tomado unos cogollos de lechuga con jamón 5J, miel y otras cosas... muy ricos. También una curiosa y riquísima croqueta de gorgonzola y calabaza🎃 (hay que probarla si gustan esas mezclas de sabores) y, por último un extraordinario costillar (sabroso y con la carne de calidad y muy tierna). Aún habiendo probado pocas cosas, ha sido una comida bastante buena.

Bonito local con muy buena atención de los camareros. Cocina con platos clásicos pero elaboración más moderna. Curioso el foie con membrillo y palomitas de maiz, también el tartar. Tienen un vermú casero rico algo dulzón. Los postres muy recomendable.

Estuve cenando con toda la familia. A mis hij@s y a sus respectivas parejas les encantó la comida. A mi no tanto, quizás sea ya un síntoma de que me estoy haciendo algo mayor y para comer soy bastante tradicional (eso sí, la cerveza fresquita compensó el resto). El lugar es muy coqueto, pequeño y acogedor, brillando por su limpieza.El personal superamable y servicial en todo momento, sobre todo Adrián, que si no es él y sus consejos estoy comiendo croquetas hasta el amanecer. Yo quería pedir 10 de cada variedad y Adrián nos aconsejó que con la mitad tendríamos más que suficientes, dado que habíamos pedido más cositas. Hay que decir que el chico acertó de pleno en su previsión, ya que terminamos saciados. Aunque eso no quita que dado lo sabrosas que estaban, otro día regrese para degustar la otra mitad.No les faltó el detalle de invitarnos a un chupito y un postre helado, que siempre es de agradecer.A pesar de mi retrógrado gusto culinario reconozco que la experiencia fue grata.

Me encanto, no solo por la gran variedad en sus productos, todos exquisitos, el lugar tiene unas estupendas instalaciones, tendría que destacar la amabilidad de sus camareros y en especial a Alonso, por su entrega, amabilidad y afán de agradar y hacer bien su trabajo

Ayer fuimos, el camarero muy atento pero un lugar como éste debe tener estufas en la calle. Nos fuimos por el frío a mediodía, calle donde no da nunca el sol . Deberían cuidar eso. Y mientras esperábamos a que nos sirvieran entró una pareja y observamos q no se les pidió pasaporte COVID. Una pena, nos encanta, somos asiduos pero de momento no volveremos.