Casa Rufino en Isla Cristina

Hemos cenado y estaba todo riquísimo. Se nota que los productos son de buena calidad y están bien elaborados ...grandes sabores. Los postres caseros muy ricos también.

A unos 100 m. del mar, un emblemático restaurante con una trayectoria de 100 años, el cual mantiene su calidad gracias a sus hijos y nietos, aunque actualizando su carta, mas concretamente las entradas, pero sin abandonar la calidad extraordinaria, igualmente tengo q decir del servicio resaltando su profesionalidad aunque en la fecha en q lo visite la última vez algo escaso, lo que no ocurre en plena temporada. La carta de vino también buena y los precios aceptables teniendo en cuenta la situación y la calidad, muy especialmente los mariscos y pescados, sin menospreciar las carnes.

Buen producto y muy bien cocinado. El atún para mi gusto estaba crudo. La atención muy buena. El precio es caro.

Simplemente espectacular. El producto de primera calidad y su proceso culinario muy bueno. El servicio y la cercanía del cocinero y camarera genial. La chuleta de atún un manjar. Igualmente las coquinas, croquetas de corvina y cigalas en tempura. Los postres también muy ricos. Tarta de queso y trampantojo de mango y chocolate. Hemos disfrutado mucho con la comida y con el sitio.

Nuestra experiencia en Rufino fue cuanto menos sorprendente a la vez que decepcionante: todo hay que decirlo, la comida muy bien elaborada y muy buena, pero nos hemos sentido engañados; y no somos los únicos después de haber leído otras reseñas: te ofrecen pescado al peso y luego te sirven la tercera parte del peso ofrecido, algo que me parece un atraco y una tomadura de pelo como cada uno de los bollos de pan recalentado que te cobran a 2€! Por otro lado, el servicio muy deficiente, muy lento (nos atendieron 15 minutos después de habernos sentado) y sobre todo desorganizado, en el que la atención brillaba por su ausencia… vamos, un auténtico desastre. Una pena, porque la comida es sabrosa y con una buena organización del servicio, unas raciones más generosas y un personal honesto, saldría uno satisfecho de allí. Así que ya sabes, si picas o caes en las redes como los atunes que ilustran este restaurante, saldrás de allí con hambre, la cartera vacía y la cara de tonto.

Uno de los grandes de Huelva. Precios altos pero con alta relación de calidad. El clásico de Playa Central mantiene su línea de excelentes pescados y mariscos con buenos postres, servidos con esmero, aunque se echa en falta más conocimiento de vinos en el servicio.

Sencillamente ESPECTACULAR!!! El producto es inmejorable y el trato en su elaboración lo hacen increible. Cada vez que voy descubro nuevos platos de su especialidad "el atún" y cada vez mas sorprendido de la amplia gama de texturas y elaboraciones que se realizan. Destaco también la atención del su personal, incluso de la propietaria. Lugar para DISFRUTAR DE LA BUENA COCINA.

Un restaurante bastante acogedor, con terraza, dispone de un servicio de mesa bastante ejemplar y educado, el precio no es bareto, todo hay que decirlo, pero no por ello ya debe ser malo el local, si me permiten una recomendación: tartar, corvina y pargo… los postres también son muy buenos , ahí puedes elegir el que quieras que todos te gustaran. Nuestra experiencia la verdad que fue muy buena, degustar platos en pleno desconocimiento te abre muchos sentimientos, y así es como nos sentimos nosotros, ni pedimos recomendación ni dejamos que nos explicasen ningún plato y sus ingredientes, y así fue como lo descubrimos .

Fantástico restaurante. Estratosférica la calidad del producto y del servicio de los camareros, con mucho conocimiento en las materias que trabajan. La chuleta de atún rojo... sin palabras. Repetiría 1M de veces. La calidad de los platos vale el precio que imponen.