La Cocina de mi Madre en Moguer

Si quieres probar los productos típicos de la zona pero con un plus de elaboración y buena presentación, este es tu restaurante.El sitio es agradable y la comida riquísima.Nosotros nos pedimos:- Croquetas de arroz negro (deliciosas)- Patatas bravas (patatas asadas, sanas y ricas, presentadas con muchas salsas)- Pescado adobado (en su punto justo de acidez, y el pescado utilizado perfecto)- Pollo koreano (si te gusta el sabor agridulce, más dulce que agrio, este plato es exquisito)- Hamburguesa (a mi hijo le encantó, y el detalle de inyectarle la salsa también)En general, muy, muy recomendable!!

10/10. Muy bien atendidos por elServicio, muy buena calidad en la comida, se nota que son comidas caseras, venimos todos los años y es un sitio recomendable para volver. Lo único así que no nos gusto mucho era en wok ya que nos parecían los noodles demasiado gordos…

Todo espectacular.Trato de los camareros increíble, cercano como cada vez que hemos venido.Cocina muy buena que te da ganas de probar toda la carta.Un placer sentarse a disfrutar de un servicio y una cocina asi, a veces superados por la demanda si es en fin de semana y verano, pero comprensible.

Desastrosa;las gambas pequeñas, ricas si, porque son de Huelva y eso no tiene comparación,el arroz con marisco una plasta.No me he atrevido a pedir más, total a pagar.... 60€ 🤨.Decididamente no vuelvo.No he pedido más ,

La comida muy buena lo recomiendo, pero creo que tanto los platos como los postres son demasiados grandes, un poquito más pequeños te permitirá probar más cosas, ajustar los precios y no tirar comida que es una pena.

En general repetiría la experiencia, quizás se espera más de algunos platos por sus descripciones en la carta y el precio que tienen, pero todo estaba bueno. A destacar las patatas fritas naturales y las croquetas de elaboración, además de la presentación de sus hamburguesas.

Mi familia se sentó y un servidor tardó más de 5 minutos en ofrecer un menú. No nos preguntaron si queríamos beber algo y la camarera parecía muy abrumada, ya que sólo había otra persona que atendía a los clientes en este ocupado restaurante. Nuestra comida parecía tener ingredientes de alta calidad, pero se servía tibia en el mejor de los casos. Aunque hemos escuchado cosas buenas de otros, no puedo imaginarme regresar para otra comida basada en esta experiencia.

Contrariedad de opiniones en mi cerebro.....empecemos por lo bueno:Sitio estupendo, céntrico, calle peatonal con lo cual no hay molestias de trafico de vehículos cercanos, en general limpio y personal educado y atento.Lo malo tres entrar al baño nada más entrar en el restaurante y tras observar que tanto en el baño de hombres y mujeres no hay jabón para las manos, le pido a una camarera ( la más joven creo) y me dice que efectivamente no hay jabón que se ha acabado , le pregunto que si me puede facilitar aunque sea un poco de la cocina o similar y me dice de nuevo que se ha acabado....por tercera vez pregunto..no es posible de verdad que me des algún tipo de jabón para lavarme las manos antes de comer después de usar el baño? y ya con un poco de cara de contrariedad coge un bote casi gastado de la barra de detergente y me facilita un poco..gracias¡¡¡La comida? lo mejor de todo, las croquetas de pulpo, espectaculares, con mucho sabor a pulpo y textura interior de caseras , pero mis amigos que me llevaron a conocerlo me hicieron especial hincapié en el salmorejo de mango, cierto es que tiene un sabor diferente, peculiar pero a mi y a mi mujer no nos supo a nada especialmente sabroso el contraste de sabores quizás debido a la costumbre que tenemos del cordobés de toda la vida.Los chocos , muy ricos especialmente la salsa con la que se acompaña en su tinta .recomendable¡¡El pisto con huevos, bien conseguido el sabor tradicional, el Wok de pollo demasiado dulce para mi gusto, y la presa ibérica quizás algo pequeña de tamaño pero acorde a su precio y de buen paladar. Los últimos platos tardaron muchísimo en llegar hasta el punto de que pedimos a la camarera que si no estaban realizados que los anulara pero ya no fué posible, aún así los consumimos. Por ultimo la presentación ,muy buena .

Todo muy bueno. Hay una hamburguesa vegana y lxs camarerxs te avisan que tienen otro pan (que no es de brioche) para esa hamburguesa. Los gambones estaban deliciosos al igual que la ventresca, el salmorejo y la hamburguesa. Si hay algo que quiero destacar es la carrot cake (pastel de zanahoria) estaba deliciosísimo!!!! Insuperable!!! Muy buen trato por parte del personal. De seguro que si volvemos a Mazagón repetiremos!