El Perro Lechero en Sant Joan

Comida riquísima y trato inmejorable! Hace años que vengo y sigue igual de bueno. Lugares emblemáticos de Palma que no pierden su esencia.

Carta variada y buena. Suelo pedir hamburguesa porque no es de gran tamaño y puedes complementarla con los ingredientes que desees y escoger si es de pollo o ternera. Recomiendo pedir la ración de patatas fritas, que aunque aparentemente no tengan especialmente buena pinta, están buenísimas e incluso para repetir.El mejor plato sin duda es la tortita de postre con los dos chocolates y nata, el sabor es de otro planeta.Aunque veas “bastante” cola no te preocupes porque se suele liberar rápido y no tardas en sentarte.El servicio en general es muy rápido y amable.

Excelente servicio y amabilidad del personal. Los dueños están en primera línea trabajando, controlando y supervisando que todo esté correcto. La comida se sirve con una rapidez inusual con hamburguesas caseras procesadas diariamente por uno de los dueños . Las patatas no son congeladas y están riquísimas. También tienen platos combinados y pepitos de carne muy completos. No olvidarse de las sabrosas tortitas hechas al momento para el postre.

Como siempre, comida rápida y nada mal. Precios económicos. Sitio limpio y de agrado. Rápidos y amables. Pídete un lechero, todo un clásico.

Son los mejores perritos de la isla. La atención es magnífica, el precio muy bueno. Y la limpieza 10. En post covid creo que era el local con mejores medidas higiénicas. No es raro que la acera se llene de gente para entrar, vale la pena. Buen producto, buena atención, muy buena organización y buen precio.

Hacía mucho tiempo que no venía, y siguen igual, el servicio súper rápido, la comida como siempre casera, muy buen trato.

Fui por la fama que tienen, siempre hay cola de gente esperando. Se come bien y barato, aunque tampoco es nada excepcional. Normal, bien

La Hamburguesería de mi infancia. Cada vez que volvemos a Mallorca con la familia, no faltamos para comernos una Hamburguesa completa, un Perro Lechero, las pechugas a la pimienta y como no, las tortitas.Por mucho que pasen los años no cambian en la calidad.

Con un cartel en la puerta de que esperes en la entrada a que te atiendan, nos pasámos más de 10 minutos ,a pesar de que los camareros veian a gente en la puerta, pero no se acercaban.Al parecer están más interesados en las comandas que reciben por teléfono que al público que se acerca para comer en el local.El servicio de la camarera bastante fuera de lugar, a pesar de estar esperando en la puerta sin ser atendidos nos espeta que en el tiempo que estuvimos esperando ,podíamos haber mirado la carta para pedirle a ella de primeras.Local con demasiada clientela con niños pequeños que molestaban al propio servicio por estar por medio de la sala y al resto de comensales.La comida, nada del otro mundo!