Gastronomy at Alcaufar Vell en Sant Lluís

Sitio idílico pero todo es muy poco profesional. Desesperadamente lentos y desorganizados. Muy pero que muy mal. Es una pena porque el lugar es precioso. De la comida ni hablo porque todo es tan caótico que sirvan lo que sirvan ya da igual.

Lugar excepcional.Una de las fincas más bonitas y extensas de toda la costa sur y sin lugar a dudas (y a mí entender) la más bonita y con mayor historia de todo el municipio de S. Luis.Restaurante en un entorno precioso e indescriptible y con una comida sencilla pero rica.Trato familiar y cercano.Saludos!

Precioso hotel rural formado por una antigua casa señorial del siglo XVIII y edificaciones anexas, que se integra en una espectacular finca de 250 hectáreas que llega hasta las inmediaciones del mar.Habitaciones amplias, confortables y limpias. Minibar gratuito; todo un detalle.A destacar el excelente restaurante ubicado en las antiguas cocheras de la finca, en el que un equipo de cuatro cocineros nos deleita con platos muy bien elaborados, de excelente presentación y adecuados puntos de cocción, sin caer en una cocina minimalista, sin personalidad.Servicio profesional y muy amable.Buena relación calidad-precio teniendo en cuenta las características del hotel.Muy recomendable.

El hotel es un espectáculo y la comida es increíble. Súper recomendable. Un sitio con encanto de verdad. Muy autentico. Y el servicio es buenísimo también. Un MUST en Menorca

Super recomendable en todo y por todo: el trato, la ubicación, las instalaciones, el desayuno (el mejor que he probado, eso si, no tienes hambre hasta el día siguiente jajajaja), así que si quieres un sitio espectacular, tranquilo y con mucho encanto, este es tu destino.

Sitio precioso pero comida excesivamente cara con raciones ridículas. Me sirvieron un arroz (tamaño de tapa) que estaba duro y templado, además de sin sabor, tuvimos que devolverlo. Una vergüenza.

Hemos ido a comer un brunch (Don Joan) en Alcaufar Vell. La experiencia en general ha sido buena, pero con unos detalles a tener en cuenta.Antes de entrar en detalles del contenido del brunch en sí, la primera impresión que nos hemos llevado ha sido de un lugar un tanto descuidado. Las mesas no estaban en un buen estado de conservación (mesas típicas de exterior, de madera de teca), les hace falta una lijada y un barnizado urgentemente. Sin ir más lejos, mi mujer se ha clavado una astilla pequeña de una de las mesas mientras esperábamos a ser atendidos.El personal en general algo lento, no me imagino comer allí con todas las mesas llenas y a tope. Eso sí, una vez venían a atenderte, te servían la comida rápido y han sido muy amables y simpáticos.Entrando a analizar el contenido del brunch, vamos a indicar lo que se anuncia de el: "Zumo de naranja natural, surtido de panes y bollería, mermeladas caseras, mantequilla, kéfir, muesli, plato de embutidos y queso, huevos revueltos con setas. Pastel del día, café o infusión".El zumo de naranja estaba muy bueno, es zumo 100% natural y exprimido, el "surtido" de panes y bollería, aquí nos hemos llevado una sorpresa, porque nos han sacado 4 trocitos de pan (todos iguales) y 2 ensaimadas. Yo por surtido entiendo algo variado, diferentes tipos de pan y bollería. 4 trozos de pan para dos personas, para comer un plato de surtido de embutidos, mantequilla y mermeladas, no es suficiente. Hemos pedido más pan y nos lo han ofrecido sin problemas, pero no encuentro normal sacar cuatro (contados) trocitos de pan (como una rebanada de bimbo) para dos personas cuando hay que comerse un plato de embutidos, mantequilla y mermeladas. Luego el "surtido" de bollería, aquí si nos hemos quedado muy sorprendidos, dos ensaimadas y 4 mini pastissets. Bastante decepcionados con esto, esperábamos un surtido, como tal, que incluyera diferentes piezas, no necesariamente de gran tamaño, pero si algo variado (por ejemplo, mini croissants sin relleno, de chocolate, ensaimada ya sea lisa, de cabello o crema, hojaldre de manzana... Hay muchas opciones). Las mermeladas estaban muy buenas, son producto local y esto es un punto a favor. El kéfir y el muesli también buenos, acompaña bien al desayuno. A concretar la gran cantidad de muesli que nos han servido (aunque se lo habían olvidado, lo tuvimos que reclamar). El plato de embutidos sí que ha estado bien, surtido de embutidos (como toca), con sobrasada, carnixua, camaiot, y 3 tipos de quesos. Cantidad más que suficiente para dos. Los huevos revueltos también han estado bien, condimentados con setas, muy bueno y sabroso, y el pastel del día (pudin de higo), muy muy bueno, nos ha encantado.Como he comentado al inicio, y resumiendo en general ha estado bien, pero es un brunch de 24€ por persona, por lo que esperas que todo sea perfecto y de tu gusto, y nos ha fallado el surtido de panes y bollería, esperábamos un surtido como tal se indica, no trozos de pan del mismo estilo (normal e integral) y solo 2 piezas de bollería iguales (esto no es un surtido). El resto, tal y como indico, como toca y con buenas cantidades.

Un hotel precioso en el campo, perfecto para desconectar y en el que cada detalle está cuidado. Cada uno de los trabajadores encantadores y siempre dispuesto a ayudar. Nos hicieron sentir super a gusto!A mejorar: tiempos de espera en los desayunos, aunque entiendo que están aún adaptándose a esta nueva forma de servirlos por tema COVID.

UNA NOCHE DECEPCIONANTE Y ECHADA A PERDER. Fui a cenar con mi pareja. Llegamos a las 22 h y a las 23.15 h aún no se había acercado nadie a nuestra mesa. El servicio (la jefa de servicio especialmente) es NEFASTO. Malas caras, mesas sin atender, tiempos inasumibles entre plato y plato desesperantes, contestaciones absurdas y rozando la mala educación. OJO: Nos informaron que tenían una carta de menú degustación a un precio asequible y que representa la gastronomía de la zona, pero una vez sentados a la mesa nos comunican que "sólo se ofrece a las 21h porque lógicamente es muy largo" (?). Si quieres cenar, te obligan a pedir platos sueltos de su carta (eviten la trampa si no se alojan y sólo vienen a cenar). La cocina, afortunamente, no se parece en nada al servicio y los platos que probamos eran exquisitos. Parece que en los fogones sí hay profesionales. Como no podía ser de otro modo: se "confundieron" en la cuenta a su favor. REVISEN EL TICKET CUANDO VAYAN A PAGAR. Una velada que iba a ser especial echada aprender. No volveremos.