Can Pedro en Valldemossa

Pedí una copa de vino y me la trajeron ya en la copa.Creo que es obligatorio servir la copa en la mesa delante del cliente.Íbamos a comer en la terraza pero como nos empezaron a invadir avispas,decidimos pasar al comedor.Tuvimos que llevar nosotras todos los platos,cubiertos y demás al comedor. Una sonrisa no cuesta dinero. Ni siquiera nos ofrecieron pan.Decidimos pagar e irnos a tomar el postre y el café a otro sitio.Le doy dos estrellas porque las chuletillas de cordero que comimos estaban muy tiernas

Pensaba que era el mesón can pedro y no le llega ni a la P.Servicio lamentable al camarero le duele sonreir.Comida decepcionanteYa sé adonde no ir menos en que pensar.Dan la imágen de comida local y aquí no hay quien la localizeLa foto que he adjuntado es lo que debía ser una cebolla y solo se quedó en la piel de la misma.

Increíble como una chica sola frente a los fogones es capaz de cocinar tan rico. A quienes estamos acostumbrados a comer bien nos cuesta encontrar buenos restaurantes y si eres celiaco aún más. Maravillados hemos quedado de las croquetas caseras sin gluten. Y de la naturalidad y sencillez de la cocinera. Espectaculares..Recomiendo el restaurante y espero que tengan éxito.

La realidad es que no vale la pena hacer una reseña, el restaurante habla por sí solo, la localización, los años que lleva abierto por lo que me han informado, la manera en la que te tratan y sobretodo porque se ve de lejos que absolutamente todo es casero. Merece la pena pasarse y comer. Recomiendo mucho la tostadita con sobrasada y miel, es una delicia y en mi vida había probado algo tan rico.

Servicio muy agradable, Pedro nos atendió muy bien, nos aconsejo que comer y bien salimos satisfechos.

Salvo los caracoles que estaban riquísimos, el resto nos defraudó bastante. Carísimo para su poca calidad.

Buen servicio.Bien los huevos con Tumbat y las habas.Postres caseros muy bien

Llame por telefono para hacer una reservar para comer y comente que tenia un par de perros y tendria que ser en la terraza.No pusieron ningun problema .Cuando llego a la hora acordada (15h un calor a mediados de mayo).... me dice que no tiene sombrillas que si quiero me puedo ir a comer una pizza en el restaurante de al lado.Mi cara un poema .

Trato estupendo y comida casera y sabrosa. Una pena que al hacer frío no pudiéramos comer en la terraza. Aún así disfrutamos mucho todo lo que comimos. Muy recomendable probar la sopa mallorquina (con pan marrón y verduras que absorben el líquido de la sopa) y las berenjenas rellenas.