Casa Herminia en Cabra del Santo Cristo

Magnífico restaurante es un pueblo espectacular. La atención es estupenda con un servicio de alta calidad. La comida es espectacular, con un mezcla perfecta entre tradición y vanguardia. Todo el que venga tiene que probar los andrajos, comida típica de la zona, ningún plato de la carta defrauda. Los postres caseros también son espectaculares. Es un buen sitio para comida familiares o con amigos con un sobremesa muy agradable.

Como siempre...estupenda nuestra visita de hoy.Repetimos 2 días mas esta semana santa...con eso digo todo!! Hemos comido los 4 y no ha llegado a 40€, los platos con buena cantidad y una comida deliciosa, nada que ver con menús de diario que hayamos probado en otros lugares. La delicadeza de Alberto en cada plato la disfrutas con todos los sentidos, desde la vista hasta el gusto, y el trato del personal es inigualable.Un placer, como siempre.

Conocer el origen de uno gran Chef como es Alberto del premiado y reconocido Restaurante Casa Herminia perteneciente a la ruta de restaurantes de OLEO TOUR ha solo un lujo. El restaurante es muy amplio y con una decoración de ambiente muy acogedor y moderno. La comida excelente y tiene una amplia cartay cumple perfectamente las expectativas que te haces en comer en un lugar exclusivo. La atención muy buena, todo impecable. Los precios son los que cabe esperar en un restaurante de éstas características.

Llegamos a deshora (15:30) y nos atendieron como a reyes. Íbamos en tirantas por imprevisto y ni una mala cara.La música a un volumen excelente, lo suficientemente alta para disfrutarla y lo suficientemente baja para poder tener una conversación. (Saxofón instrumental de temas conocidos)Pedimos:Pulpo a la brasa con Parmentier.Atún rojo con chutney de mango y wasabi.Entrecôt de ternera a la parrilla.Postres:Esponjoso de calabaza con ganaché de naranja.Tarta de manzana con helado (fuera de carta).Una calidad increíble, inesperada... unos sabores exquisitos y texturas ideales.Total con 2 refrescos 48.80€.Pienso volver a pesar de que tardo 1h30 minutos cada trayecto de ida.

Quizás uno de los mejores restaurantes de la comarca...sin duda si quieres acertar y comer calidad este es tu lugar! Comida de vanguardia y también tradicional acompañada de un lugar acogedor y con un servicio excelente! Le doy 5 estrellas porque no hay más sino le daba 10! Mención especial a sus andrajos!

Hemos comido y ha sido excelente, el paté de perdiz, el condumbio, y para rematar los andrajos, espectecular!!! Visita indispensable para probar la gastronomía local, a parte de tapas y demás q se puedentomar en cualquiera de los bares del pueblo.

Tanto carta (nuevos buenos sabores) como menu del dia (economico, mas tradicional pero con calidad) muy rico todo y con buen precio y gran calidad. Desde las croquetas a los postres.

Es increíble encontrar un restaurante de esta calidad en mitad de la Sierra Mágina, en el pueblo de Cabra de Santo Cristo de Burgos, de apenas 2000 habitantes. Además del servicio estupendo, el propio chef Alberto, se acercó a aconsejarnos platos fuera de carta. Pedimos la tarrina de foie de pato, queso de cabra, manzana caramelizada y mango. Espectacular. La sirven en láminas alternando el foie y la manzana y mango, terminando con una capa de queso. El pulpo a la brasa con parmentier sobre una salsa de trufa, fue de los mejores que hemos probado nunca. Impresionante. Las alcachofas confitadas con salteado de mollejas, en su punto exacto entre crujientes por fuera y tiernas por dentro. Pedimos también croquetas melosas del puchero de la abuela, que no decepcionan y huevos rotos con patatines, chorizo y crujiente de jamón, que son distintos a lo acostumbrado, pues el jamón parece bacon. Las chuletillas de cordero lechal excelentes, en su punto y sobre una base de patatas muy ricas. También quisimos probar el plato típico del pueblo, los andrajos y muy buenos. La masa de morcilla con ajo blanco y manzana caramelizada, a quién le guste, le parecerá sublime, superando a la de la suegra, que era considerada la top. La presa ibérica de Guijuelo con una guarnición riquísima, y excelentemente hecha. Algunos se atrevieron con los postres y se pidieron tarta de queso casera con frutos rojos, muy fina y flan de vainilla. En definitiva, todo increíblemente bueno, y de una altísima calidad. He de decir que en nuestro afán de probar muchas cosas, casi salimos rodando y nos quedamos demasiado llenos, pero eso era nuestro problema por querer conocer en profundidad este restaurante.Merece la pena desviarte a Cabra de Santo Cristo para ir al restaurante y ya de paso, ver este bonito pueblo.

Un buen restaurante de principio a fin. El servicio exquisito, amable, formado en los platos de carta y fuera de carta, atentos. La comida exquisita, bien elaborada, un fusión acertada entre el producto local y nuevos ingredientes, un placer para el paladar. Los postres una delicia y la relación calidad precio inmejorable. Todo un descubrimiento.