Bosco en La Oliva

El sitio es ideal para reunirse, impresionar al invitado pero no un lugar donde comer y deleitarse. La pasta, a pesar de estar bien presentada creo que no está a la altura del espacio. Quizás, con una selección más comedida de los productos podrían dar con una experiencia culinaria más rica.Demasiado, demasiados sabores y un conjunto que te deja algo indiferente.

Uno de mis lugares favoritos en Madrid - ofrecen una experiencia completa en un local muy agradable. Se come francamente bien - no es barato, pero tampoco ninguna locura - y la oferta gastronómica es muy variada. Desde un caccio e pepe tradicional a platos más aventureros como la pizza negra, toda la comida es de mucha calidad y siempre con algún detalle que lleva a los platos al siguiente nivel. Además todo el mundo es encantador y muy atento, y el local muy bonito. La selección de cócteles y bebidas también hay que alabarla por variedad y calidad. En definitiva, una apuesta segura en Madrid por un precio muy razonable!Comida vegetariana: Muy buenas opciones vegetarianas, con bastante variedad. No las describen como tal en el menú, pero las hay - incluso alguna vegana.

Comimos el pasado domingo en la terraza y estuvimos muy bien. El lugar es muy bonito y te sientes muy bien.Le he valorado con 4 estrellas ya que el precio es un tanto elevado ya que compartimos 4 platos, dos postres, 1/2 cervezas x persona y cafés y pagamos 30€ pers (éramos 4 pax.)Pero en general muy bien todo y repetiremos. La próxima vez, en el interior que tiene muy buena pinta

Lo que más nos gustó del lugar fue la decoración y el ambiente. Muy chulo.Muy buena atención y la comida estaba rica. Lo mejor de la cena las croquetas de berenjena, la ensalada de tomate y mozzarella y las pizzas.Un lindo lugar para conocer

Lo mejor que tiene este lugar es su ubicación. Se encuentra dentro del edificio del Colegio de Arquitectos, en el barrio de Malasaña.Reservamos para cenar 4 personas a las 21:00. ya que mis suegros que no son de España tenían muchas ganas de ir a este sitio.Nada más sentarnos nos dicen que tenemos que desocupar la mesa a las 22:30 porque tienen otra reserva (no te lo dicen por teléfono cuando reservas), pero lo entendimos perfectamente.Nos atiende una chica muy joven (que por lo que nos dimos cuenta no tenía mucha experiencia), al pedirle que nos dijera las botellas de vino que tenían no sabía cuáles y luego al elegirlo nos trae la botella de vino descorchada y no nos lo hizo probar.Pedimos para picar las Croquetas de berenjenas y los Calamares fritos (raciones muy pequeños). Luego dos pizzas una de Trufa negra y Yema y la otra pizza Negra de Calabaza. Pappardelle al Ragout y los Cacio e Pepe con Trufa Negra. De postre Tarta de pistachos, Tiramisú, Carrot cake y N.Y. Cheesecake.Cuando pedimos los postres junto con ellos nos dejó la cuenta sin que la pidiéramos y sin poder pedir café (siendo las 22:05).En general, solo volvería para verlo por fuera. Calidad-precio: Nos pareció caro y nada especial para el precio que tenía. Atención: Mucho que mejorar (se entiende que deban aprender), pero es necesario que haya una persona que los guíe y enseñe para que el servicio sea mejor y llegue a los estándares que ellos quieren transmitir.Sinceramente no lo recomiendo!!!

Se encuentra escondido en el Colegio de Arquitectos. He ido ya unas cuantas veces y todo muy rico siempre, aunque la última vez que fui en Semana Santa habían quitado de la carta la pizza estrella (trufas con yema), espero que la vuelvan a poner. El local tiene varios ambientes, mesas en el patio exterior ajardinado, la zona de la biblioteca con amplios ventanales que dan a los jardines, y una zona más interior bien decorada. Si vas con niños y hace buen tiempo reserva terraza para que puedan corretear por el jardín.

Fui recomendando por unos amigos y el sitio está en el mismo colegio de arquitectos de Madrid.Lugar muy acogedor y bonito.Comimos muy bien pero para mi el único pero es el precio que se paga por las raciones (no tan abundantes) que te puede servir.El producto es bueno y el trato por parte de los camareros fue correcto.Es un sitio que lo recomiendo.

Se encuentra dentro del Colegio de Arquitectos de Madrid o sea muy céntrico. El restaurante es muy "bonito" y agradable. La carta no es extensa y es, sobre todo, muy italiana. El servicio aceptable, sin más. La comida bien pero cara.

El sitio es idílico. Situado en el Colegio de Arquitectos de Madrid, está todo diseñado a la perfección. Es un sitio diáfano, acogedor y realmente agradable. Si podéis, pedid una mesa en la parte de la biblioteca, que para mi gusto es la mejor.En cuanto a la comida, la carta es variada y atrevida. Nosotros pedimos la pizza negra, la pasta negra con gambones, la pizza calzone y la pasta carbonara (adjunto fotos). Por sacar algún pero, para mi gusto las cantidades son algo reducidas para lo que cuestan (fuimos 4 personas y pagamos unos 27€ por persona).Me parece un sitio perfecto para una cita o para una reunión de trabajo. Volveremos segurísimo. Tenéis que probarlo.