1890 La Bodeguita en Las Palmas de Gran Canaria

Lugar encantador que está a la altura del servicio en el hotel. El ambiente es pacífico en las proximidades de doramas y eso le proporciona un disfrute característico.Las elaboraciones apuestan por buena materia prima y el trato recibido es tan respetuoso e impecable que no sabíamos ni como actuar.Alguna elaboracion es atrevida y cuidan mucho el detalle. Sin duda el bolsillo lo sufre pero merece la pena la experiencia.Mención especial a la sorprendente textura líquida de las croquetas.

Estaba alojado en el hotel y por cercanía para almorzar nos decidimos por este restaurante. Atención muy a la altura, entorno muy agradable, gran carta de vinos, comida 🥗 elaborada con gran esmero y evidente precio acorde al lugar. Por mi parte lo recomiendo si estás cerca.

Atención muy agradable y una comida espectacular.Croquetas de chipirones, cherne y entrecot madurado. Tres delicias.Totalmente recomendable!

Hemos pedido Chuletón un lingote de mango, tarta de la abuela, helado de chocolate con pistacho y un Syrah 2019 espectacular todo!!!!! El servicio de lujo, la atención espectacular de Raquel y la coordinación, el punto de la carne así como el backstage de la cocina a cargo de Inma, es todo un lujo.Gracias a todo el equipazo de LA BODEGUITA !!

👍👍👍👍👍Todo un acierto.Ya desde que llegamos fueron todo sonrisas y cuidados por parte del personal. Todos muy atentos. Lo menos l@s encargad@s de la zona donde nosotros cenamos.Restaurante de alta cocina con un servicio de lujo.Restaurante en el centro de la ciudad de las palmas de Gran Canaria. Excelente cocinero o chef. Gastronomía variada y carnes de primerísima calidad. Excelente la recomendación de la camarera.Buenísimos los vinos que probamos.En los bajos del hotel santa Catalina, es preferible que pidas mesa.Adaptado a la movilidad reducida en todas las zonas y comedores reservados del restaurante tiene pasillos y baños amplios.Los baños súper limpios y mantenidos con limpieza durante todo el servicio.Los platos en su justa medida. Muy bien emplatada.Maravillosa la tarta de queso, muy recomendableExcelente comida y mejor trato del personal.

Este restaurante es el claro ejemplo de cómo empezar bien y defraudar con el tiempo. He ido desde su apertura en numerosas ocasiones , y en las últimas me he encontrado con una carta que ha bajado validad de materias primas, ha empeorado o cocina (desconozco si han cambiado de chef desde su apertura) y ha mantenido precios o incluso los ha subido.La terraza y la localización siguen siendo ideales , pero no justifican pagar mucho por calidad mediocre, sobre todo teniendo en cuenta la gran variedad de alternativas que ofrece la ciudadLo dicho, o vuelven a sus orígenes, o el que no volverá seré yo

Excelente ubicación, junto al emblemático Hotel Santa Catalina, en la zona de ciudad jardín, con acceso directo al parque Doramas. El servicio es excelente y la comida de primera. Puedes ir de picoteo y probar los fabulosos entrantes.

Este fabuloso restaurante no deja de maravillarme cada vez que voy, sus platos son más que deliciosos y la atención es de 10.Ya no solo es su buena ubicación y la perfecta combinación de la decoración Canaria al estilo contemporáneo sino el buen ambiente que emerge de este restaurante por sus empleados, la música y la cercanía al mar.Muy recomendable.

Bueno, como se suele decir luces y sombras, hemos estado varias veces y que vaya por delante, que el restaurante es espectacular de lo cuidado y bonito que está, además de donde está situado. La tranquilidad de cenar en la terraza, disfrutando del entorno merece la pena. La comida, esta última vez pedimos, unos calamares, que siendo e Santander yo el listón está muy alto para superar unas "rabas" como los llamamos nosotros a los calamares. Un plato de jamón ibérico que estaba bastante bueno, y nos trajeron unos patés con una selección de panes que a mí particularmente no me gustó mucho. Mi mujer carrilleras, y yo solomillo, y esta vez no estaba tan bueno como en ocasiones anteriores, además de un buen trozo de solomillo unas papas caseras debería estar obligado por "ley" pero bueno, así no engordo tanto. El postre es lo que se quedó entero en el plato, un concepto de gintonic en plato, con granizado de limón que no pudimos comer, un sabor muy extraño. El trato de 10, muy bien servicio, personal muy atento y profesional.