Bar Restaurante KOJAK en Las Palmas de Gran Canaria

Este lugar me encanta!!! Muy buena cocina, excelente atención para pasar un agradable momento.

Hemos ido a comer dos menú, que ya están a 9.50.De primero una ensalada que estaba super avinagrada, ácida.. retirado. (Mientras uno de los trabajadores del local, protestaba por nuestra queja)El otro primero, moros y Cristianos, también tuvimos que retirarlo por estar helado.(Al final me lo trajeron cuando me habia acabado el segundo y estaba igual de frío.)Traen los segundos y era pescado empanado con papas, el pescado era un filete mediano y otro pequeño, horrible.El postre bien.Pedimos por último un café, que sabía tan horrible, que no pudimos beberlo.Un horror

En un menú limitado y con una ensalada donde la lechuga esta amarilla, sin aceitunas ni huevo. Un segundo con pescado rebozado, donde su aliño esconde un pescado dañado y mal Estado... Me hizo acordar de los chinos.... Camarero sucio y atendió muy mal, falta de empatía total con el cliente.. Falta de limpieza en local y cubertería.... Terrible...

Si pudiese no le daría ni una estrella, la comida fatal sabía a comida vieja, llena de aceite, el comedor todo sucio desde las mesas hasta las sillas llenas de migas de pan, el camarero porque a parte de vender mal tenía horchata en las venas.. la verdad es que ha dado un bajón increíble, sin duda alguna no volveré más ni a tomar un café.

Tiene un menú por 8,75€ con pan bebida y postre o café, pero la preparación deja mucho que desear es aceptable, o comestible como quieran decirlo. Y una desilusión aunque vean el potaje de berros canario no pidan gofio que no tiene. El vaso de vino que pedí con el menú me llegó con los labios impresos de otra persona.

Pedí, un bocadillo de pechuga empanada por glovo y me vino sin la pechuga. Llevo mas de 5 llamadas al local y todavía sigo esperando a que alguien me conteste. Hablé con los de glovo y son otros que sudan de hacer algo. Otro cliente que se va para el New Machin.

Me encantó el bocadillo de calamares y la ensaladilla. Además, está en un mercado que es bastante auténtico. El servicio también fue genial, aunque las papas local quizás podrían tener más gracia.

He desayunado en el bar Koyak cerca del Gabinete Literario de Las Palmas pero no volveré más porque, aunque hay libertad de precios, no es legal cobrar por un vaso de agua del grifo y en este caso lo han hecho y me han cobrado 35 céntimos. He pedido la hoja de reclamaciones y me han dado otro documento. Luego, me han facilitado la correcta pero me han dicho que me la tenía que firmar el dueño y así esperando dos horas porque no se encontraba. En fin... primera y última vez. Una experiencia para olvidar y también han perdido una clienta porque, aunque no sea asidua, solía ir de vez en cuando pero esto ha sobrepasado cualquier límite y no se debería permitir.

El bocata de calamares estaba rico, el gomerito también, en general la comida calidad precio no está mal. Mi única pega sería con la organización, y tiempos... Clientes limpiando su mesas estando estás llena de vajilla, pides en la barra y los pedidos llegan a medias. Sería falta de personal, la verdad que no lo sé. Repetiremos porque tampoco hay que juzgar a la primera.