La Butaca de Betty en Las Palmas de Gran Canaria

El sitio es muy acogedor y la decoración es muy buena. La comida es excelente con fusiones de sabores inimaginables y sorprendentes. Muy recomendable.

Excelente sitio y buena calidad precio en la comida 🙂.Muy majo el camarero y la cocinera .

En un pequeño pero acogedor local ubicado en la Alameda de Colón, Betty nos obsequia con una interesante carta de platos de inspiración filipina, entre los que destaca el cordero oriental, las costillas confitadas, el ceviche, flores de calabaza a la tempura o habichuelas orientales salteadas con secreto ibérico. Muy recomendable.

Comida muy buena. Un ambiente familiar y un trato excelente. Muy recomendable.

Buenas comida calidad precio. Platos diferentes a lo común.Ofrecen menú del día.

Servicio rápido y eficiente. Platos muy bien elaborados y originales.

Y así comenzó un deleite de sabores. Este lugar brilla por su cocina, tan auténtica como sus anfitriones. Me declaro fan de Betty y Javier.

Desde que oímos hablar de este restaurante teníamos ganas de hincarle el diente. Así que la semana pasada finalmente nos decidimos. Y, ¡¡¡menudo acierto!!!Cómo fuimos para cenar, nos decantamos por un picoteo, más que por principales. Pero estamos deseando volver para poder probar más cositas!!En esta ocasión pedimos los lumpiangs, que estaban deliciosos; la tempura de aguacate, sorprendentemente cremosa y sabrosa; las gambas con chorizo, igualmente sorprendentes y ricas; y el secreto ibérico, jugoso y perfecto. De postre tomamos la tarta de queso. Que aunque estaba muy rica, no fue lo más espectacular de la cena.El trato del encargado fue fantástico y el vino tinto, ecológico y vegano, estaba de 10. Además, el precio es perfecto para la relación calidad-precio.¡Volveremos sin duda!

Para mí sin duda tendría que ser un sitio de visita por excelencia en Gran Canaria. Betty le da un gusto a sus platos que parecen muy personales, deja plasmado el buen gusto en cada uno de ellos. Para mi gusto un tesoro escondido, porque se oculta a perfecta luz del día en la Plaza Alameda de Colón... Cada vez que voy me llevo un buen recuerdo de sabores y de historia en el paladar. Un placer que no es muy costoso y te deja con marca.