Pasteleria di Nardi en Las Palmas de Gran Canaria

Un sitio muy agradable donde tomarse un muy buen café tranquilamente y con muy buen atendimiento. la pastelería que tienen es única y muy agradable en todos sus sentidos la verdad que siempre cacudo a las palmas y puedo no dejo de pasar por este sitio para tomarme un leche y leche tan sabroso 😋😋

Buen lugar para desayunar por la zona. Lo que no me gusta es que esté lleno de colillas por fuera del local, incluso el personal las tira directamente a la calle. Esa costumbre se debería cambiar, por el bien de todos.

En el día de ayer fui como de costumbre a Di Nardi a buscar el desayuno y es la primera vez en 3 años que he dudado si volver. Me atendió una chica rubia con gafas, sin uniforme, que no era ninguna de las empleadas de costumbre, la cual me habló de muy malas formas, sin ningún tipo de educación, hasta en 2 ocasiones.Nunca he tenido ningún problema con las niñas que trabajan allí, y soy una clienta habitual.Deberían de tener en cuenta la educación a la hora de atender al cliente, por mi parte sí esa persona vuelve a estar atendiendo obviare desayunar ahí.

En general todo bien, salvo que sus precios son elevados y básico el de tortilla, si no lo es pues parece de supermercado congelada.. y los dulces caros también. Teniendo en la calle de atrás la Garriga, más barato y bocadillos doble tamaño y calidad (más de 3 eu un bocadillo tamaño pulga en Di Nardi) pues como que al menos en León y Castillo no.

Soy clienta habitual tanto yo como mis compañeras, acudimos varias veces al día dado que trabajamos muy cerca del establecimiento y quiero destacar que a la chica de tatuajes morena que se refieren en el comentario expuesto con anterioridad, es una trabajadora muy cariñosa, atenta y servicial que siempre te atiende con una sonrisa y dándote el mejor servicio.

Me encanta acudir todos los días a este lugar. Comida excelente y al trato del personal le faltan estrellas a la reseña para describir el gran servicio y profesionalidad que muestran día a día. Recomiendo el negocio y sobre todo a las personas que me reciben y atienden en él ❤️.

Suelo ir mucho porque me queda justo al lado de la oficina en la que trabajo y los productos son buenos, pero el servicio deja mucho que desear, en especial el de la chica morena con los brazos tatuados.Pedí un bocadillo de pollo y sobró la mitad, lo pedí para llevar. Me lo pusieron en una bolsa de papel, sin envolver. La bolsa de papel ya empezaba a estar grasienta. Le comento a la chica si me lo pueden envolver y poner en una bolsa nueva. Me pone mala cara y cuando me devuelve el bocadillo me lo tira en la barra sin ni siquiera mirarme a la cara.Cuando voy a pagar la cuenta, nos cobran y esperamos en barra porque necesitaba la copia del TPV. Se la pido a esta misma chica y vuelve a hacer lo mismo, me tira la copia en la barra sin mirarme a la cara.Hace unos cuantos días también tuve problemas con esta chica. Soy clienta habitual pero tengo claro que no vuelvo a ir más.

Un buen lugar para desayunar o merendar

Los productos muy ricos y buenos y buenos precios, pero el servicio es nefasto. Sus empleadas, en especial las dos chicas rubias, no pueden tener menos ganas de trabajar; son muy lentas y, además, se rigen por la ley del mínimo esfuerzo, (pides los productos calientes y tardan 1 hora en traerlos, por supuesto llegan fríos, inlcuso ni los calientan directamente; no puede recordar una comanda sencilla como un café y un bocadillo; se olvidan fácilmente del pedido; son un poco ordinarias y gritonas; etc.). Me encanta el sitio, pero dejé de ir por el servicio tan malo que tienen.