Bamira en San Bartolomé de Tirajana

sorprendido de la calidad de los platos, asi como la presentación y el esmerado servicio. Una cocina de fusión con oriente. Me gustaron especialmente la ensalada de pulpo y el langostino con guacamole. La carta de vinos es extraordinaria. Repetiré.

La apariencia exterior engaña. Lugar con encanto y atento, profesional y amable servicio de la propiedad . Europeo con matices orientales . Calamar con ajo y verdura exquisito y curry de cherne muy bueno. Con un Bermejo blanco, cena perfecta . Para volver.

Excelente servicio con un personal atento y amable, y sobre todo deliciosos platos con una carta muy amplia a elegir. Pedimos varios, y a cuál mejor. Enhorabuena a la cocina!Buena relación calidad-precioRepetiremos cuando volvamos al sur de Gran Canaria

Fui a cenar con mi familia y sinceramente demasiado caro para la calidad del producto. Te traen un libro carta de la cual 2 páginas son el menú el resto de páginas vinos y la historia de los dueños del restaurante.La dueña viene luego y se sienta a tú lado con un bloc dónde dice tiene los platos fuera de la carta. Serían como 10 entrantes y otros 10 principales. Naturalmente si no le preguntas no sabes el precio.Francamente por 26€ por plato me esperaba al menos pescado fresco pero claramente solamente uno de los dos se sentía que no lo era. En fin una desilusión.

Restaurante muy agradable, tranquilo y encantador. Comida de gran calidad y trato estupendo. Muy recomendable.

La terraza para comer al aire libre decorada muy original .lo más importante la comida estupenda y los dueños una pareja formidable con mucho corazón

Comida original y exquisita. Trato inmejorable. Para repetir. Excelente

Cocina creativa. Impecable materia prima. Trato excepcional. Una comida deliciosa en una decoración llena de detalles. Te hacen sentir como en casa. Buenos vinos. Hay que visitarlo al menos una vez para pasar una gran velada. Es un pequeño gran secreto en Gran Canaria

Servicio terrible! Hicimos reservación para dos adultos y un bebé (2 años) y nos dijeron que no había problema. El mesero muy amable, pero el dueño, al ver que mi hijo quería bajarse de la silla a caminar, nos grito horrible desde la barra y dijo que ese restaurante no es para niños que no era un parque... Obviamente tomamos nuestras cosas y salimos. No llegamos a pedir de comer, así que no puedo opinar sobre la comida, pero un restaurante no solo es la comida, si no también el ambiente y el trato valen mucho. Nada recomendable para familias!!! Ojalá el dueño lea esto y se preocupe más por brindar un buen servicio a sus clientes y deje de ser un gruñón agresivo!