Restaurante Bentayga en Santa Brígida

Detalles por mejorar, llevo muchos años visitandolo, su excelente ubicación, las vistas y lo acogedor de su salón son su seña de identidad, nunca he tenido queja de sus camareros en el comedor. Sobre la comida, han habido cambios en la carta, algunos con acierto, otros con mucho desencanto y no es la primera vez. El calamar sahariano a pesar de la recomendación de pedirlos al grill, en el caso de este calamar en particular,si te pasas en el grill, presentas un plato insípido con una textura que es incomoda y difícil de masticar, una decepción que no merece el local por lo elaborado de otros platos como el queso a la plancha herreño con base de pimientos asados, muy recomendable.Aparcamiento: El Aparcamiento es correcto, con opciones enfrente y por debajo del restaurante, el acceso es un poco lioso desde la urbanizacion y acceder al restaurante desde el no es apto para personas mayores o discapacitados.Acceso para sillas de ruedas: Muy bueno desde la entrada y todo el salon con amplio espacio, el baño esta tambien preparado, el aparcamiento del restaurante no es valido, solo enfrente del restaurante.Restricciones alimentarias: Respecto a los celíacos las opciones son prácticamente nulas, opción vegana se centra en Verduras a la parrilla, Esparragos Trigueros y Papas Arrugadas.

La comida súper rica , tienes una vistas espectaculares , el local está muy cuidado. Digamos que hay camareros con mejor actitud que otros, eso es mejorable. Me la comida un 10!

Solo probamos el arroz a banda y los chips de berenjena. Ambos estaban ricos. No puedo hablar del resto de platos, los cuales probaremos en nuestra próxima visita. La atención fue buena y el lugar es bonito.

El personal muy atento y amable y muy profesional.Hemos pedido unas tartas de chocolate y dulce de leche, y tarta de queso, con unos buenos cafés.Lo recomiendo, es una parada obligada.

Llevábamos un tiempo para visitar este “restaurante” después de seguirlo por RRSS y ver la gran aceptación que tienen nos llamó bastante la atención. Después de recorrer la caldera de bandama nos apeteció recargar pilas en este dicho. Al llegar nuestras copas y menaje presentaban suciedad, se lo comenté al camarero y tras un gesto los cambió. Mirando la carta de vinos, solamente tienen uno en carta de este lugar, nos pedimos varios entrantes para ir abriendo boca: berenjenas (casi no las encontramos, de dichas sólo estaban el borde ya que lo demás era sólo empanado, bastante logrado por su crujiente 😅) unas empanadas criollas, aceptables y unas croquetas que su relleno no acertaron a las que nos dijo el camarero. Para finalizar nos pedimos un codillo en su jugo, el cual tuvieron que traerlo a parte ya que estaba muy seco, y mira que es complicado dejar secar un codillo… estoy acostumbrada a comerlo sin usar cuchillo y con este fue necesario. Las papas fritas si fueron todo un acierto, muy ricas!!Antes de marcharnos me pido un café y a mi sorpresa adivinen que?? La taza estaba llena de azúcar reposado del café anterior que se hayan tomado en dicha taza.Definitivamente las RRSS son una mentira, descarto mucho volver a este lugar.

Solo puedo dar las gracias por la atención tan maravillosa que nos brindan en cada visita y recomendar cada uno de sus platos. Todo lo que hemos probado esta de 10.Sin duda se ha convertido en uno de mis lugares favoritos.Calidad y servicio 🔝. Tienen un equipo estupendo, cuídenlo mucho!

Fuimos un poquito sin saber donde íbamos a comer y nos guiamos mucho por las reseñas. Debo decir que nos encanto el sitio, muy bien ubicado y bonito por dentro. La atención también muy cuidada y simpática, los camareros nos hicieron mucha gracia y fueron bastante sinceros en cuanto a recomendaciones para comer ese día. Por otro lado, la comida muy rica y con sabor, las croquetas un 10 rotundo, de las mejores que he comido, la de setas fue mi favorita. Las gambas al ajillo y el queso frito bastante correctos también al igual que el mousse de chocolate. La única pega que puedo poner es que las papas arrugas estaban duras y no eran nada mantecosas a lo que yo suelo estar acostumbrada.En general si me dijeran de recomendarlo lo haría sin dudarlo.

La comida está muy bien presentada.Todo lo que pedimos estaba muy bueno.Me gusto que tengan vino de la zona.El restaurante está adaptado a la movilidad reducida. El comedor está muy bien decorado.El servicio algo despistado, pero aceptable. Con algún que otro fallo.Cuando te traen la cuenta te dicen que tiene parking.Todo está muy limpio en general.El protocolo del virus es tan absurdo como el de guaguas municipales. 🙈

Desde que llegamos a gran canaria teníamos claro que había que visitar este restaurante en Santa Brígida. Fácil de llegar. El aparcamiento un poco complicado. Existe la posibilidad de comer en el comedor con unas vistas preciosas y magníficas o en la terraza. Carne espectacular, servida en piedra, variedad de platos y lo que más nos sorprendió es la cantidad de vinos y cervezas que tienen para ofrecer. Increíble experiencia, comida de 10, postre buenísimo (polvito uruguayo) y sobre todo el trato y la amabilidad de Susana, camarera que nos atendió y nos dio muy buenas recomendaciones. Nos encantó la experiencia, sin duda alguna un sitio para volver.