La Palapa en Yaiza

El camarero muy agradable y rápido. Pedimos tres platos más dos postres y todo estaba muy rico. Un sitio recomendable. Dispone de hotel en caso de querer quedarse a dormir.

Mi experiencia allí fue muy buena 😊El lugar es precioso y la atención del camarero fue estupenda, con quien estuvimos conversando un rato… ¡Muy agradable!De comer pedimos unos quesos con mojo, estofado de cabra de la abuela, atún con salsa de mojos y de postre un bienmesabe. ¡Todo muy bueno! 👏Si estáis pensando en comer en Yaiza y buscáis comida típica del lugar, es muy buena opción 👍

Restaurante con encanto en el pueblo de Yaiza, aunque para mi gusto mal aprovechado teniendo en cuenta el terreno que tiene. Éramos 6 personas, llegamos a la hora de comer (sobre las 14h) un sábado y no habían ni clientes.. incluso dudamos si estaba abierto. El camarero solo nos dio la opción de comer dentro. Pedimos varios entrantes. El queso con mojo era queso fresco insípido con escasa salsa… es una pena con los buenos quesos que tienen en la isla. Las papas arrugadas pequeñas y frías, pasadas por el microondas. Las croquetas aceptables. El pan con mantequilla recién descongelado y pasado un poco por el horno. Como aspecto positivo, el solomillo en salsa estaba muy bueno. Demasiado caro para la calidad de la comida.Para terminar, a destacar la atención por parte del camarero. Nos hizo sentir incómodos durante la comida haciendo comentarios repetitivos y al final molestos.Atentamente, la señora.

Sitio muy rustico y bonito, comimos papas arrugas con mojo aguado, queso fresco con mojo donde el precio es como si te sirvieran queso de vaca sagrada, el solomillo se salva, y por ultimo y no menos importante el camarero que te va a hacer la comida mas incomoda de tu vida con todos sus comentarios fuera de lugar

Papas sacadas del huerto, literalmente, deliciosamente crujientes, con sabor a humedad y un pequeño toque de calor del microondas, acompañado de un fantástico pan extra blanco de harina igual de crudo como la misma vida, lo mejor de todo es la atención por parte del camarero, que con un solo abrir y cerrar se ojos te dejara con la boca abierta, por sus faltas de respeto y un humor que dan más ganas de llorar que de reír.

Sinceramente la gente que pone reseñas tan crueles, habría que ir a sus casas a comer y que sean juzgados con la misma severidad. Nos encontramos en un espacio único en Lanzarote, pensado por Cesar Manrique en pro de un turismo sostenible y no masificado. Ramón, su camarero, es un gran profesional y tremendamente amable. Trabaja muy duro, dando desayunos, comidas y cenas. Cualquiera puede tener un mal día, o quizá la gente viene con unos aires y unas prisas que yo igual no les recibiría igual de bien. La comida es muy buena y el precio está adaptado a un espacio tan singular. Merece la pena dejarse caer por aquí y alojarse en su hotelito. En cada habilitación se podrán encontrar con una obra inedita de Cesar Manrique. Enhorabuena a su equipo de trabajadores y al magnífico espacio que cuidan con tanto cariño.

Restaurante muy bonito y decorado con mucho gusto. Ubicado en un pueblo precioso con mucho encanto, muy cuidado y limpio. La comida nos gustó mucho y el servicio muy amable y educado. Lo recomendamos y repetiríamos sin duda!

Cuando lo conocí, no podía haber ido a mejor sitio: comida lugareña, reciones abundantes, trato excelente y precio estupendo.Ahora, tendría que cobrar para volver. No tolero el trato del camarero y menos, que me tomrn el pelo.Siento haberlo recomendado durante años

La comida estaba muy rica, recomiendo el flam de gofio y la tarta de queso. Los platos son contundentes y relación calidad-precio es adecuada.