La cocina vieja en Astorga

Muy buena opcion para cenar. Todo estaba muy rico. Un 10.

Uno de esos sitios en los que te sientes como en casa. La comida muy buena, cenamos una de las noches de Sardinas que hacen los jueves en verano y estuvo muy bien. Postres geniales, decoración rural muy cuidada. Roberto y todo el personal muy atento y cercano una gran noche.

Lugar muy bonito y acogedor donde el cocinero, camarero Roberto, nos ha hecho sentir como en casa y nos ha recomendado de lujo, a parte de explicarnos historias de la zona muy interesantes.Sin duda un lugar que no conocíamos y que por supuesto, volveremos cada vez que podamos.

La conversación de Roberto, genial. Las cosas que cuenta son extraordinarias. La decoración es espectacular. No falta detalle. No había terminado de comer y ya pensaba en volver. La comida es memorable. Qué sopas de trucha! Volveremos.

Espectacular! La comida de calidad y muy bien elaborada, todo cocinado con detalle y mimo. El local es encantador y Roberto, su propietario, te hace sentir como si estuvieras en su casa. Un lugar que marca la diferencia, es especial. Volveremos por estas tierras y repetiremos en este magnífico restaurante.

MUY RECOMENDABLE! Lugar único, con encanto, gastronomía de la zona muy sabrosa.Relación calidad precio perfecta.Roberto, una personaje único, gran cocinero, camarero, gerente, etc, etc.Tiene mérito el trabajo de él.Repetiré cuando vuelva por la zona de la Cepeda y del orbigo.

Sitio espectacular. La decoración fantástica, comida sabrosa con una relación calidad precio insuperable. Muy recomendable las sopas de trucha. Aunque lo mejor el trato y la atención de Roberto, el dueño, haciendo que te sientas como en casa y contando historia y anécdotas de la región. Sin duda alguna volveremos.

Toda una experiencia; merece mucho la pena. Fuimos a cenar el sábado y fue todo perfecto: riquísimas las sopas y excelente la carne. Postres caseros de diez. Lo mejor: la atención y simpatía del anfitrión, una maravilla!

Un sitio bonito y familiar. Amenizado por música montañesa y jotas.El trato de Roberto muy amable y narrando dichos e historias típicas de Astorga.Respecto a la sopina de trucha.la tomé porque el camarero insistió un poco,aunque no me gusta, estaba bastante bien.La morcilla muy rica y la ensalada super fresca. La chuleta de ternera estaba rica pero los cuchillos un poco malos al cortar la carne.La tarta de queso estaba muy buena aunque la ración era pequeña.