Cafeteria La Termica Museo Nacional Energia en Ponferrada

Un restaurante estupendo. Un espacio muy amplio y curioso, el edificio y el entorno merecen la pena además del Museo de la Energía.Una comida elaborada y muy rica: recomendable la menestra de tirabeques y el rape con chipirones y yema. Ah, las croquetas deliciosas y el vermut 😄😄Un personal encantador y siempre pendiente del comensal. Felicidades.

Muy buena atención. Comida con buena presentación y buen sabor. Carta pequeña pero suficiente. Postres exquisitos. Para repetir.

Muy bien en todo .la atención es buena ,además el sitio es muy bonito ,además puedes ver la central eléctrica .y hay unas vistas muy bonitas además tienes senderos muy cerca .ve te gustará .a mi mucho

No le pongo más estrellas,por qué no hay,todo riquísimo,el Chef,un encanto,el servicio maravilloso,la comida...buena no,lo siguiente.El entorno, que está dentro del museo de la energía,muy bonito, además nos tocó un día espléndido de sol.

Precioso bar-restaurante que era la antigua central termica del complejo, una restauracion muy cuidada respetando elementos de la fabrica y el personal encantador, sin duda un lugar con mucho encanto.

Nuestra experiencia fue muy positiva. Hicimos una reserva para comer el día de Todos los Santos, al realizarla nos ofrecieron un menú especial con motivo de las jornadas gastronómicas de Ponferrada pero al día siguiente nos llamaron para avisarnos que dichas jornadas se tenían que cancelar y que sólo dispondrían de la carta habitual. Nos pareció buen detalle que nos avisaran con tiempo ya que normalmente lo que suele suele suceder en la mayoría de sitios es que te informan del cambio sobre la marcha.En nuestro caso acudimos de todas formas porque nos daba igual que hubiera jornadas o no. El trato y la atención nos pareció muy bueno, tardaron muy poco en sentarnos y darnos la carta, además, nos comentaron con calma los platos "extra" que no estaban ese día en carta y las recomendaciones. Durante la comida en ningún momento estuvimos desatendidos.El único punto que NO nos gustó es que el cocinero salió a atender y a explicar platos SIN mascarilla mientras que nosotros la llevábamos puesta hasta el momento de empezar a comer. No obstante, dada la amplitud del local y que mantuvo la distancia no voy a quitar una estrella en la calificación total.Mención especial a la comida que estaba muy rica, muy bien preparada y en una cantidad que me pareció muy correcta. Todo estaba exquisito y con un toque diferente. Recomiendo la menestra y el cordero.Como colofón final TIENEN LECHE SIN LACTOSA!!!!! Algo que MUY pocos restaurantes tienen. Mi pareja tiene intolerable y por fin pudo disfrutar se un cafe tras el postre.

Medidas higiénicas adecuadas. Acceso para silla de ruedas.Ubicado al lado del Museo de la Energía, en una salas recuperada de la antigua Central Eléctrica, a los pies del río Sil.El local combina lo moderno y lo antiguo. Las vistas son relajantes y el ambiente es cálido.La atención es profesional, atenta y cercana.La presentación de los platos exquisita y abundante, con precios acorde a la calidad. La degustación, de abajo hacia arriba, es un contraste de sabores que perduran.Restaurante para disfrutar de la buena cocina.

Tienen una carta pequeña pero todo te entra por los ojos. Muchas opciones sin gluten (incluidos los postres que prácticamente son todos). El sitio es diferente y tiene un encanto especial. El personal encantador, nos improvisaron una tortilla para la peque y una degustación de postres sin gluten. Todo lo que pedimos de 10. Sin duda en cuanto podamos volveremos que nos quedaron muchas cosas por probar. Super recomendado y sobretodo para celíacos. SIN GLUTEN y contaminación cruzada controla.

Un lugar para disfrutar. Comida de calidad, sabrosa y en cantidad. El cachopo excepcional, el pulpo con garbanzos todo un descubrimiento y el arroz con leche, fresas y pistachos mejor probarlo. Volveremos sin duda