El "Hostal Pas de la Pera" es un punto estratégico para hacer rutas por la Cerdanya, sobre todo para llegar a la fantástica ruta de los estanys de la Pera, de una preciosidad increible.Hemos estado alojados en una habitación sencilla, pero limpia y funcional para lo que mis 2 hijos y pareja necesitabamos. He leido comentarios de todo tipo sobre las habitaciones, y aunque ciertamente el lavabo es lo peor de la habitación, el agua estaba verdaderamente caliente y después de una jornada en la montaña,se agradece. Ciertamente, se agradeceria que las cortinas de la ducha fueran más largas, a fín de que el agua no pueda expanderse por el baño.Nosotros hemos estado a media pensión. Por la mañana un desayuno con tostadas en un muy bueno pan de payés con tomate y aceite, mermeladas, palmeras de chocolate y varios tipos de embutido. Personalmente, el fuet estaba muy bueno y es una buena representación de embutido de la zona.Las cenas han estado muy bien, consistente de primer y según plato y todo muy bueno. La cocinera prepara una comida muy buena y casera. ¡Todo un acierto! Además de que nos ofrecieron alternativas para mis hijos, que es de agradecer.Lo único criticable (y en realidad no lo es), es que yo ofrecería un mínimo de 2 opciones de prmer y segundo plato, ya que podría coicidir que no te guste. ¡Por suerte, no ha sido el caso y la comida nos parecio muy buena! Yo habría repetido!Durante la cena, terminamos conociendo a Isabel y Duncan, otros clientes que nos ofreciero cava muy amablemente y que pone de manifiesto como el personal del hostal y los clientes consiguen crear un clima familiar muy acogedor. Quizá uno de los puntos fuertes dek Hostal es precisamente el ambiente acojedor y familar que consigue Pep y su equipo.El Hostal es acogedor, en madera, con un comedor muy pintoresco. Y personalmente me ha encantado la entrada al Hostal. Se trata de un porche lleno de vegetación con unas mesas de piedra que dan a la plaza del pueblo (Aransa). Un porche ideal para tomarse algo y disfrutar de las vistas. Un porche dónde realmente sería interesante cenar, porque es muy acogedor.Y efectivamente, las vistas son preciosas. Por un lado la Serralada del Cadí, que enamora al verla. Por otro, las verdes montañas de La Cerdanya.No puedo olvidarme de la perra de Pep, que se llama Nala y de las que mis hij@s se enamoraron. Una perra muy buena, que llego a irse con nosotros de ruta por los caminos, como una más de la familia y que hizo gozar a mis hijos de la inteligencia y la compañía que puede darte un animal en tu vida.El "Hostal de la Pera" no es el mejor hostal de La Cerdanya, pero el trato de todos sus empleados, su ubicación y su comida han hecho que tengamos presente volver en algún momento.Gracias Pep a tu equipo, a tí y a Nala.